ENTREVISTA

Desde el lenguaje creativo que derriba fronteras

Por Omar Estanciero de la Redacción de EL LIBERAL

Álvaro Méndez desmonta su escritura que hace un recorrido no lineal, y se convierte en una geografía que no conoce de fronteras. El poeta santiagueño que reparte su tiempo y su pasión literaria entre su tierra natal y la de Córdoba, explica cómo es la movida en ambas provincias, las distintas formas expresivas de escritura emergente, y quiénes son los jóvenes escritores que proyectan sus trabajos a través de distintos formatos de producción, como el fanzine, plaquetas y otras publicaciones artesanales de tirajes pequeños, donde es posible descubrir otras formas de estética literaria que vale la pena conocer. ¿Cuál es la realidad del actual momento literario santiagueño comparado con el de Córdoba, específicamente en el caso de poetas de entre 20 a 40 años? -Córdoba siempre tuvo una movida literaria muy importante que se mantiene fuerte. En Santiago del Estero, hace años ya, por suerte, se producen textos literarios sin estar atados a una exigencia de escritura de manual (más bien escolar) para la legitimación según pretensiones de un sector de la movida literaria. Considero que es muy importante leer y conocer de las tradiciones de cada pueblo, tan importantes como cualquier mito griego, todas son fuentes de las que beber para un desarrollo creativo, luego cada autor decide qué hacer con ese conocimiento. De las producciones literarias actuales siento que hay una búsqueda experimental responsable pero no por eso limitada, hay un registro a conciencia del contexto pero no por eso determinante, hay una lectura atenta a todo texto literario, y otras artes: cine, artes plásticas, música, tanto de Argentina como de cualquier otro origen y cultura. También la lectura de ensayos es importante porque invitan a un desarrollo del pensamiento crítico y creativo donde “algo propio” nacerá, en el qué decir, en el modo de decir, o en ambas. Por ello los poetas de ese rango etario en la provincia producen textos literarios más desafiantes y originales como resultante del binomio central lectura/escritura. A partir del auge que cobraron algunas editoriales independientes, trabajar cerca con los autores parece ser un distintivo de la actualidad en crecimiento ¿cómo compararías este aspecto en Santiago con el de Córdoba? -Las editoriales independientes adquirieron una importancia más relevante que los grandes sellos en cuanto a textos de calidad, pero están siendo ahogadas estas editoriales con las medidas económicas y políticas del gobierno nacional, donde nada nos lleva a creer que se vaya a modificar sino al contrario todo parece empeorar en todos los sectores laborales, y el ámbito editorial no está exento de eso. Reducción de presupuesto en muchos ámbitos de la organización de un país, lleva al consumo cultural a ser de los primeros en sufrir el recorte tanto dentro de las instituciones como en el ciudadano de a pie. Por ello el crecimiento tanto en Córdoba como en Santiago del Estero requiere de un esfuerzo extremo pero se sigue también por una cuestión de resistencia contra todo desguace cultural e intelectual. ¿Cuáles son las nuevas voces santiagueñas que invitarías a leer y cuáles son esos espacios donde se puede degustar de sus propuestas? -Propongo ir a todo evento literario e imbuirse de lo que se dice y de lo que faltase decir, tanto para acompañar como para poner en discusión, poner en movimiento las voces, de todo se aprende algo. Haciendo un uso muy amplio del calificativo “nuevas” y “santiagueñas” en cuanto a las voces a leer y escuchar porque excede a la cuestión de rango etario y al lugar de nacimiento, porque sus propuestas literarias tienen más que ver con la pluralidad del consumo cultural de estos autores, trato de proponer sin ánimo de olvido: Claudio Rojo Cesca, Andrés Navarro, Sabrina Romera, Pilar Carranza, Paula Rivero, Sofía Landsman, Natalí Etchudez, Juan Ramos, Natalia Sánchez, Adrián Bonilla, Leticia Auat, Mario Lavaisse, Ignacio Ratier, Gaby Yauza, Juan Avendaño, Juan Anselmo Leguizamón, Carlos Hopian. ¿Qué alcance crees que está teniendo la literatura de Santiago plasmada en nuevos formatos de publicación? (Plaquetas, redes sociales y demás) -El alcance es variado, muchos de esos nombres antes citados fueron publicados por editoriales muy buenas que no son de Santiago del Estero, eso ya es un indicador más que valorable y a tener en cuenta a la hora de pensar el alcance, también publicados por editoriales santiagueñas. Las redes sociales en tiempos sumamente difíciles, en términos sociales y económicos, adquieren una importancia diferente y permite un acceso más rápido. En ese contexto la plaqueta si bien es un formato viejo, al ser de una producción más barata que el libro adquiere gran importancia hoy. Volviendo a las redes sociales, éstas provocan por su inmediatez un uso diferente del lenguaje a la hora de la creación, a veces para mejor, otras para no tanto, eso se verá con los años y cómo evolucionen las cosas. l

BIO ÁLVAREZ MÉNDEZ

Nació al mediodía de un diciembre santiagueño. Actualmente vive en Córdoba, publicó en la plaqueta Poesía y Sangre (Córdoba); formó parte y publicó en la revista ¿Quién mató a Boby? (Córdoba, 2008-2011); formó parte y publicó en la revista y editorial UMAS. Su primer plaqueta Músicas I (Córdoba, 2013); su libro de poesía Un fuego de adentro (Llanto de mudo, Córdoba, 2014); publicó en la antología de poesía Marcia Larvaria (Larvas Marcianas, Santiago del Estero, 2015), en el fanzine digital de poesía “Quince minutos con vos. Tomo #6” (Almadegoma Ediciones, Jujuy, 2016), en la antología Salí Dulce (27 Pulqui/Almadegoma ediciones, 2018). l

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