REPORTE ESPECIAL DE EL LIBERAL

El clima como herramienta para pulir la personalidad

Hacen un paralelismo entre los tipos de climas y los tipos de personalidades, y cómo se puede aprovechar esto para alcanzar una mejor comprensión del otro y lograr el crecimiento espiritual.

“El clima también es una particularidad muy propia de Santiago, a través del calor principalmente. Solemos ver a través del diario (títulos como) ‘Santiago la provincia en la que más calor ha hecho’. Pero eso también pule la personalidad, fortalece” el carácter, afirma Marcela Lazo, de la Colonia Jaime, quien recuerda las enseñanzas del fundador de esta comunidad: “Joaquín Trincado explica acerca del hombre de sangre templada, cálida o fría, de que así como otros en el frío, nosotros también tenemos la posibilidad en el calor, de pulir nuestra personalidad”. Estableciendo un paralelismo que tienen incorporado en su filosofía de vida, analizó: “A veces lo que hacemos es renegar del calor, porque no lo soportamos cuando es muy fuerte, muy intenso, pero si se lo mira desde otro lugar (el clima) también tiene viento, tierra, lluvia, piedra (granizo), una mezcla de cosas, no como gente de otros países que han venido aquí y dijeron que no conocen una tormenta eléctrica, por ejemplo, y se asustan, o un viento fuerte. Eso también habla del hombre, de lo que tenemos adentro las personas: hay momentos en los que somos viento, en otros somos lluvia, otras veces somos un día de sol, y en otros estamos nublados. Santiago del Estero es un lugar que te permite conectarte con vos mismo, desde el ser humano y con todos los órdenes de la vida”. Todo ello, amén del regalo que ofrece la posibilidad de vivir en una llanura, ya que algunos suelen renegar de no tener una geografía más generosa, con montañas por ejemplo, pero quizás sin darse cuenta o valorar suficientemente de lo que ello permite: “Otra (característica de gran parte de la provincia) es que aquí se puede ver el amanecer y el atardecer. Hay gente (de otros lugares) que te cuentan que no pueden verlos”, porque viven en zonas donde las montañas los obstaculizan y tienen una cantidad reducida de horas de sol directo. También hablando de ciudades pequeñas, como las que tachonan el territorio santiagueño, Marcela señaló: “Ha venido (a la Colonia) gente de México que ha visto las estrellas y se emocionaba y lloraba, porque en donde ellos viven no lo pueden ver”, por la interferencia lumínica de las grandes urbes, experiencia que la sorprendió al darse cuenta de esos valores intrínsecos de la santiagueñidad que a veces no se tienen tan en cuenta. “Por el hecho de haber nacido en Santiago, es como que lo tenemos incorporado: me encanta cómo hablamos, el lugar, me gusta todo lo que tenemos. Por tener aquí un lugar que es mundialmente conocido (en alusión a la colonia), viene gente de otros países y nos van haciendo ver todas las bondades que tenemos en la colonia y en Santiago del Estero y que no nos damos cuenta, como lo de las estrellas, porque para nosotros es muy normal, salir o volver a las dos de la mañana y ver ese cielo inmenso, con el que otros se emocionan”.
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