PADRE ALEJANDRO GORDILLO

"El hombre siempre fue presa de cosas rápidas y los oportunistas, manochantas y timadores, se aprovechan"

A lo largo de la historia de la medicina, se ve, por ejemplo, cómo los mismos griegos y romanos, por buscar el don de la salud en la necesidad que ellos tenían, podían caer en las garras de cualquier especulador de turno. Es parte de la historia del hombre, en los albores de la humanidad, buscar estar bien de salud, y por ello siempre fue presa de cosas rápidas y ahí es cuando los oportunistas, chantas, manochantas y engañadores se aprovecharon. Y hoy sigue pasando eso. La palabra de Dios dice que Él puso plantas medicinales, pero también, en el libro de sabiduría dice que el hombre prudente consulta al médico. Es decir que, aun desde la óptica de la fe, el hombre prudente sabe que tienen las plantas medicinales y que debe de consultar al médico. Así como el hombre de aquel tiempo usaba plantas, brebajes y otras cosas, porque era lo que tenían a su alcance, el hombre de hoy tiene los antibióticos y los remedios para todo. Sin embargo, sigue buscando respuestas simples e inmediatas en estas plantas. Se busca estar bien, pero el tema es cómo y con quién. Desde la fe, la prudencia nos manda ir al médico, y desde la fe también sabemos que Dios nos nutre de la capacidad de la medicina. Todos los avances de la medicina y del hombre hasta el día de hoy, nos puso mucha luz en el camino. Acompañamiento Una cosa es lo que es propio de la medicina, y otra, es cuando entramos en el campo de lo emocional, lo espiritual y lo afectivo. Cada persona tiene su historia de vida y en esa historia hay cosas lindas, pero también hay heridas. Muchas veces el sacerdote atiende la dirección espiritual y confesión. En la primera hace un seguimiento, ayudándola a la persona espiritualmente. La confesión es propia de un sacramento. Pero muchas veces el sacerdote ve que hay lesiones en la vida, que han afectado emocionalmente y afectivamente a esa persona, la ayuda, pero también le sugerimos que busque la ayuda profesional de un médico, porque hay heridas muy profundas, que solo un profesional podrá ayudar y no personas que engañan con otras cosas extrañas. Somos cuerpo, alma y psiquis. Y de ahí que muchos hermanos que trabajan en la parte espiritual se han especializado en Psicología, en Psicopedagogía o dictan talleres de sanación interior. La visión de la Iglesia En la Antigua Alianza, el Dios de Israel le pide a sus hijos que se abstengan de pasar a sus hijos por el fuego, que era una especie de ritual, y de llevar a sus hijos a videntes, adivinos, quiromantes. O sea que ya en la Antigua Alianza, el pueblo de Israel, se prohibió esto, porque era malo. Dijo que con los hijos de Dios esto no suceda. En el Catecisno de la Iglesia Católica y en los cultos con denominaciones evangélicas está muy marcado que no es del cristiano querer saber el futuro o hacerse tirar las cartas, por ejemplo. El cristiano, en general, sabe que eso no habla bien de la persona; no es de una persona equilibrada querer saber el futuro, si hasta nos quitaría la paz. Hay veces en las que se puede caer en otras cosas que son más fuertes y perores, porque ya se entra en el campo de lo negativo, que es cuando buscan a alguien para hacer el mal a otra persona. Allí ya se entra en un campo espiritual que a la vez “empiezan a manejar energía negativa”. Sin embargo, el hecho de que una persona diga que quiere el mal de alguien y le reza al diablo, estamos viendo que se trata de alguien desequilibrado, porque nadie normal hace esas cosas. Por eso insisto en que tiene que haber mucho equilibrio emocional. Un hombre o una mujer de bien sabe que hay cosas que no tiene que hacer. Y lamentablemente hay gente que se aprovecha de este desequilibrio, como lo son los estafadores, embaucadores y manochantas. Mensaje Dios pone instrumentos y medios y así como en la vida espiritual nos pone su palabra y sacramentos, Dios también ha puesto la medicina a través de los médicos, las personas especializadas. Creo que cualquier persona cristiana, creyente de la religión que fuese, si realmente vive plenamente su fe y tiene los pies en la tierra nunca dejará de concurrir al médico porque de lo contrario, si asiste a una secta fundamentalista, no sería de cristiano. Nadie normal, que se diga un ser espiritual, buscará soluciones en este tipo de gente.
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