DROGA Y ALCOHOL

Once años de cárcel por asesinar al amigo e incendiar una comisaría

El crimen estalló el 15 de enero del 2017 y la quema a la 2ª, el 21 de marzo. Allí, hubo daños y tres policías heridos.

Un presidiario regresó a su tormentoso ‘amor’: la cárcel. Ayer fue condenado a 11 años de prisión, al ser hallado culpable de asesinar a su amigo clavándole un cuchillo y después prender fuego a la Comisaría 2ª.

En juicio abreviado, el juez de Control y Garantías, Fernando Viaña, selló el futuro inmediato de César ‘Cesita’ Infante, de 30 años.

El 15 de enero del 2017 celebraba su regreso a la sociedad, bebiendo con su amigo de la niñez, Tomás ‘Tomasito’ Crespo, 24, en pasaje Libarona al 300.

Al parecer, ‘Cesita’ no quiso compartir su cocaína y el dúo se trenzó a trompadas. -¿Qué te pasa loco, por qué me haces esto?’, preguntó ‘Tomasito’. Para entonces, la droga se había adueñado de la furia de ‘Cesita’.

Ingresó a la casa de la abuela. Se cambió de remera y volvió a seguir embriagándose.

Hizo las ‘paces’ con el amigo, pero a los diez minutos se divorciaron de nuevo.

Esta vez, la pelea fue más sangrienta. Como ‘Tomasito’ lo tenía mal a golpes, ‘Cesita’ sacó de su ropa un cuchillo tipo carnicero y sentenció la lucha. En un charco de sangre, ‘Tomasito’ cayó desplomado, incrédulo que la vida iba esfumándosele.

Los testigos de la cuadra delataron al homicida y la policía lo detuvo en media hora.

Ya apresado, el 21 de marzo lideró una revuelta en la Comisaría 2ª con otro interno que acabó con tres policías heridos.

Ambos procesos han sido unificados y ayer acabaron en una condena, consensuada por la fiscal Aída Farrán Serlé y las defensoras, Eva Valev de Jensen y Luciana Giménez.

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