Bº BELGRANO

Tres maleantes toman por asalto una casa en Frías, generan terror y apuñalan a un federal

Actuaron luego de que el policía frustrara el robo de su celular y derribara a trompadas a uno de los delincuentes. La revancha fue sangrienta.

Un policía de la Federal, que fue a disfrutar de las fiestas de fin de año con su padre en la ciudad de Frías, fue apuñalado ayer a la madrugada por tres sujetos, en un supuesto intento por despojarlo de su celular. Anoche permanecía internado en terapia intensiva del Hospital Regional.

Según la Seccional 23 y el fiscal Juan Frías, el ataque fue perpetrado poco después de las 4.30 de la madrugada en calles Manuel Fiad y La Rioja, Bº Belgrano. La víctima resultó José Matías Cerezo, de 26 años, con domicilio en el Bº Autonomía, de la ciudad Capital.

El prólogo

La antesala del hecho ocurrió en la vereda y el interior de la casa de Cerezo, en calle Yrigoyen al 200, mientras se desconcentraba la gente que había participado de una fiesta cultural en otro lugar. Una hipótesis indica que Cerezo compartía junto con varios amigos cuando fue abordado por un joven, quien le requirió dinero e ingresó incluso a la casa.

Mientras el Federal buscaba en su bolsillo, el desconocido habría tomado un celular que vio en la mesa e intentó escapar.

Cerezo lo frenó y lo redujo de una trompada al rostro.

Con el maleante caído en la vereda, reaccionaron dos secuaces que lo aguardaban en la esquina.

Trataríase de un tal "Gabi", otro conocido como "Chila" y un tercero apodado "Piru", todos con domicilio en el Bº Villa Paulina.

Corrida

Siempre en función de dichos de testigos, el delincuente escapó con el celular y detrás partió Cerezo.

Le habría dado alcance, pero también los cómplices a él. La superioridad numérica en contra obligó a Cerezo a correr hacia la casa de un primo, ubicada en calles Manuel Fiad y La Rioja, propiedad de Walter Edgardo Toledo.

Mientras el familiar y varios amigos compartían la sobremesa, escucharon un fuerte golpe.

Abrió Toledo e ingresó desesperado Cerezo. Sin tiempo a nada, de afuera se precipitó una "lluvia" de piedras sobre la casa.

Después, Cerezo abrió la puerta e intentó dirigirse a la suya, a 150 metros.

Afuera lo esperaban los agresores y tomaron por asalto la vivienda.

Mientras dos reducían a las dos familias, el tercero empezó a pelear con Cerezo. Lo apuñaló en distintas partes del cuerpo y huyó.

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