POLO

Martín e Ignacio se destacan en los grandes escenarios

Los santiagueños Martín e Ignacio Farrú ya comenzaron a desandar el camino del éxito en los grandes escenarios del polo del país, principalmente en las canchas de Buenos Aires, en donde se radicaron con su familia desde que tenían 2 y 3 años (actualmente tienen 12 y 13 años). Se trata de estos jóvenes jugadores de polo que nacieron en la ciudad de La Banda, y que desde los 5 y 6 años comenzaron a encontrarle el gustito a este hermoso deporte. Los dos ya conocen en sabor del éxito desde niños ganando torneos zonales en Menores y, de a poco, van mostrando en la cancha su crecimiento deportivo, según nos comentó su papá Mario Farrú, en diálgo exclusivo desde Buenos Aires con EL LIBERAL. Martín de 13, e Ignacio de 12, se anamoraron de los caballos a los 4 y 5 años, y le insistieron a su papá, Mario que los llevara a practicar polo. Desde el 2014 empezaron con el polo, cuenta Mario, por su propia iniciativa. “Nosotros los padres apoyándolos. Tienen un instructor de lujo que es Héctor Salvo, padre de Lía Salvo, la mejor jugadora argentina, con el que se entrenan 2 o 3 veces por semana y el resto de los días practican solos y 3 veces por semana van a jugar partidos”, indicó. Actualmente Martín está jugando en categoría Mayores e Ignacio en Menores. El próximo año estarán juntos en Mayores. “Los chicos tienen dos temporadas anuales, la chica que arranca en marzo, abril y mayo, y la temporada grande desde septiembre a diciembre, en las cuales se juegan varios torneos. En este año “Nacho” jugó la semifinal de Palermo y en la grande ganó con su equipo, San Diego de Pilar, el Nacional de Menores que se jugó en el predio de la AAP en Pilar”, aseguró. Finalmente, Mario Farrú dijo que el deporte es muy sacrificado y riesgoso. “Martín ya tuvo fracturas varias. Ignacio entra al secundario este año y “Tincho” pasa a 3º año. Son buenos alumnos y es condición para seguir jugando que sigan estudiando”, contó Mario. La rutina de los santiagueños comienza a las 7 para ir al cole y a las 16.30 toman la merienda, y ya se van a trabajar con sus caballos hasta la noche en Pilar, en donde viven. 
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