Reconstruyen homicidio pasional de tucumano a la salida de un baile
Madre e hija habrían interceptado a la víctima en un baile. El hombre asistió con su nueva pareja. Palo y una navaja, mortal.
Un mes y medio después del violento asesinato de un tucumano a la salida de un baile, madre e hija participarán de la reconstrucción, prevista para esta semana en el paraje El Sauce, a 3 kilómetros de Nueva Esperanza, Pellegrini.
El procedimiento será coordinado por la fiscal Carla León, quien afectó a varios policías.
De acuerdo con la investigación, el 30 de diciembre Adrián Osvaldo Gerez, tucumano, de 43 años, se trasladó a un baile en El Sauce, acompañado por Dahiana Elizabeth Gambarte, de 26 años.
Hace un año había cortado una relación afectiva con Livoria Bertolina Padilla, de 54, al parecer en malos términos.
Reencuentro
Casualidad o no, el 30 de diciembre Padilla se presentó en el baile, acompañada por su hija, Marisel Abregú, de 27.
Dentro del baile habrían surgido pequeños incidentes, sin que llegaran a mayores, se supo.
Sin embargo, a las cinco de la madrugada Gerez resolvió retirarse de la fiesta y madre e hija lo habrían interceptado afuera del local.
Varios testigos dijeron haber visto a las mujeres descender de un vehículo y abordarlo.
También, cuando Marisel tomó un palo y comenzó a agredir al hombre, al punto tal de derribarlo.
Lejos de calmar a su hija, Livoria habría extraído una navaja y le asestó una herida directa al corazón.
El hombre cayó al piso tomándose el pecho y algunos hombres lo socorrieron.
Lo condujeron al Hospital de Nueva Esperanza, Pellegrini, pero arribó ya sin vida.
Desde ese instante, la policía demoró a las dos mujeres, a quienes la Fiscalía enrostró la coautoría del delito "homicidio simple", reprimido con penas oscilantes entre 8 y 25 años de prisión.