Se suicidó el forense Raffo, que aseguraba que a Nisman lo mataron
El perito fue el encargado de elaborar el primer informe que dio forma a la hipótesis de homicidio en el caso del fiscal federal.
El médico forense Osvaldo Raffo se suicidó de un disparo en la bañadera de su casa en la localidad bonaerense de San Martín.
Era el perito de parte que aseguraba que el fiscal federal Alberto Nisman había sido asesinado y que no se trataba de un suicidio.
Dejó una nota dirigida a la Justicia donde asegura que le puso fin a su vida por los dolores que le provocaba una enfermedad que atravesaba.
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Raffo es uno de los peritos más reconocidos: realizó más de 20 mil autopsias, participó en algunos de los casos más trascendentes para la criminología argentina: entre otros casos, atendió en más de 20 ocasiones a Carlos Eduardo Robledo Puch.
En 2017 se hizo cargo de las pericias sobre el fiscal Alberto Nisman, fallecido en 2015, para la ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado.
Raffo dejó una carta en la cocina en la que asegura que no soportaba más los dolores.
El arma utilizada para quitarse la vida fue un revolver. Los breves textos estaban dirigidos a Silvia Jakibiec, su cuidadora y quien halló el cuerpo.
“No soporto más los dolores que me aquejan. No se culpe a nadie de mi muerte, Dios me perdone”, escribió el perito. El suicidio habría sido el domingo.
Entre otros casos de renombre que tuvo intervención figuran las muertes de Nora Dalmasso, María Marta García Belsunce, José Luis Cabezas, Candela Rodríguez, Angeles Rawson, y la llamada la Tragedia de Cromañón.