ANÉCDOTAS DE LA HISTORIA

Su casa en Boulogne Sur Mer. Su primera tumba

En los inicios de 1848, estalla una revolución en París, y San Martín, que era un hombre amante del orden, decide viajar con su familia a Inglaterra. Emprende el viaje hacia Boulogne Sur Mer, por entonces el puerto más importante sobre el canal de la Mancha, para cruzar ese estrecho.

El viaje lo realiza en tren, nueve años antes que el ferrocarril llegara a su tierra argentina. Los Balcarce y don José se alojan en un hotel del centro de la ciudad costera, y el Libertador queda fascinado con las murallas medievales del casco antiguo de la ciudad, queda maravillado por la enorme catedral, y meditando su destino, decide quedarse a vivir allí. Su presencia no pasó desapercibida y un abogado, don Adolphe Gerard, lo entrevistó para ofrecerle alquilar un piso del edificio que había construido para su domicilio, y que era muy grande. San Martín aceptó y se mudó con Balcarce, Mercedes, Josefa y su nieta Mercedes.

Esta casa es hoy propiedad del gobierno argentino, y Francia le ha concedido valor extraterritorial, ya que es considerada territorio nacional, al igual que una embajada. El museo que contiene, que abarca tres pisos, es una pieza maravillosa del patrimonio nacional: están reproducidos los dormitorios de San Martín y de su hija y yerno, que son los lugares donde el 17 de agosto de 1850 falleció el Padre de la Patria. Los muebles son copias, ya que los originales fueron donados por la nieta Josefa al Museo Histórico Nacional de Buenos Aires.

Es bueno recordar que los relojes de la casa se detenían manualmente a la hora de la muerte. De ahí surge la leyenda de que el reloj de la sala se paró a las tres de la tarde. Pero impresiona que, una vez finalizado el funeral y el duelo, la familia de San Martín encontró su reloj de bolsillo, esta vez sí detenido a las tres, vaya a saberse por qué razón, quizá mágica.

El museo de San Martín es atendido cordialmente por un granadero argentino, designado por dos años, y que vive en la casa, haciéndose cargo, con gran dedicación, esmero y alegría, de la conservación, limpieza y las visitas guiadas que son habituales porque es un lugar bastante visitado por franceses, ingleses, argentinos, peruanos y chilenos.

Son tres pisos y sin embargo, hace varios años que el ascensor no funciona. Fue el único detalle que desentona con el ambiente de la casona, que posee además un hermoso jardín, generalmente cuidado por la esposa del granadero destinado allí. El alcalde de Boulogne Sur Mer autorizó la sepultura de José de San Martín, que sigue siendo en esa ciudad considerado el habitante más importante de los últimos siglos, en la cripta de la Catedral Basílica, donde permaneció hasta 1861, y hoy se levanta una capilla evocativa con un busto del Libertador realizado por el escultor Juan Carlos Ferraro.

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