Transporte: la crisis del servicio se expande por todo el país
La crisis del transporte de pasajeros que atraviesa el país se sigue extendiendo con diversos conflictos en varias provincias, tras las nuevas subas de combustibles y la quita de subsidios nacionales.
Estas dificultades se expresan de distintas maneras como el pedido de aumento del boleto, la reducción de servicios y también durante el último paro que se realizó el martes pasado, un total de 80 líneas de colectivos del área metropolitana de Buenos Aires no salieron a trabajar.
Por ejemplo, en Salta el precio del transporte público tiene un nuevo monto desde esta semana y seguirá subiendo un peso por mes hasta alcanzar los $26. Tal cual lo expresaron ayer los empresarios del transporte santiagueño a través de EL LIBERAL, en la provincia tambien el servicio de colectivos se encuentra al limite, a partir de la delicada situación financiera que atraviesan las empresas tras la quita del subsidio nacional, costos de insumos y el nuevo aumento de combustible.
También en Tandil, se aplica desde este jueves una nueva tarifa para el viaje en transporte público urbano que pasa a valer $20,29 y desde el 1 de julio la suma alcanzará los 22,29 pesos. En esa ciudad bonaerense los empresarios pidieron el incremento para cubrir los gastos “mínimos e indispensables”, sostener el transporte y los puestos de trabajo de 180 choferes.
Lo mismo ocurre en Necochea, ya que desde el 1º de mayo se autorizó a las empresas a cobrar 23,22 pesos el boleto de colectivos.
En tanto, en la localidad chaqueña de Presidencia Roque Sáenz Peña se convocó a una discusión para 17 de mayo, en la cual se debatirá el nuevo incremento del pasaje de colectivos.
Para junio, en la ciudad de San Salvador de Jujuy, está proyectado un nuevo aumento, que forma parte de las subas escalonadas para este año, aunque se advirtió que podría ser mayor a lo planificado a principio de año por los costos del combustible y por los incrementos salariales que solicita UTA.
Así en las ciudades argentinas que cuentan con el servicio de colectivos, los problemas se agravan por las políticas nacionales que ponen en riesgo la actividad en un complejo contexto económico.