SEMBLANZA DE UN LUCHADOR

Elpidio, el hombre que mejor interpretó los sonidos del monte

La obra de Elpidio Herrera está atravesada por el sentimiento puro de un hombre que le declara su amor incondicional a su tierra, Villa Atamisqui. Como la inmensa mayoría de los músicos y poetas de Santiago del Estero, Elpidio escribió también con apasionamiento sobre su origen y su lugar, al cual reivindicó permanentemente.

popular, con reconocimiento internacional, tomó el legado de sus ancestros desde los tiempos de Los Coyuyos Atamisqueños, el primer grupo folclórico que integró junto con Luis “Pishquín” Rodríguez, Ramón “Piri” Leguizamón y su hermano “Bebe” Herrera. Criado en un ambiente de músicos, de niño tocaba la armónica y la guitarra.

Su padre era guitarrero y orfebre, y de él aprendió el oficio de trabajar la madera. Cursó sus estudios secundarios en la Escuela Técnica N° 2 “Ingeniero Santiago Barabino”, de La Banda. Interpretó mejor que nadie los sonidos del monte, al que reflejó en profundas melodías y con un instrumento tan original como original era él en sí mismo, la sacha guitarra, que creó con la firme convicción de hacer música que representara a su pueblo.

Si con Los Coyuyos Atamisqueños había dejado una huella de su propuesta, luego, en Las Sacha Guitarras Atamisqueñas la revalidó y la potenció al llevarlo a horizontes lejanos con idiosincrasias diferentes, como fue el caso cuando tocó en Alemania en tres oportunidades (1992, 2000 y 2002). Elpidio y su hijo Manolo Herrera (voz y sachaguitarra), “Piri” Leguizamón (voz y bombo) y Nelson Ledesma (guitarra) integraban Las Sacha Guitarras cuando actuaron en Alemania.

En su afán irrefrenable de difundir la cultura de su pueblo, Elpidio se desafió permanentemente y ganó, más allá de las adversidades que encontró en el camino. Los sonidos del monte cobraron vigor en la interpretación de Elpidio Herrera.

aquí donde la poética del luthier cobra sentido y se eleva hacia una dimensión increíble con cada una de las ejecuciones que realiza con este instrumento que hizo conocer a nivel planetario. Con “La Filosófica”, “La Tentación” y “Lágrimas atamisqueñas”, entre otros temas, este profesor de Matemáticas plasma sonidos y mensajes ancestrales que nos permite adentrarnos en el alma misma del santiagueño.

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