HEPATITIS

Cuáles son las formas más comunes de contraer los tipos B y C

La forma más común de contraer hepatitis B es a través de la transmisión de la madre al hijo en el parto o de un miembro de la familia al niño, por contacto con sangre infectada y fluidos corporales.

Por su parte, la hepatitis C se adquiere normalmente por consumir drogas inyectables, por transfusiones de sangre, estar expuesto a productos sanguíneos contaminados, por prácticas médicas en las que se usan equipos infectados y también por contacto sexual.

La hepatitis B se puede prevenir en un 98% de los casos con vacunas, mientras que si una persona da positivo en hepatitis C el tratamiento con agentes antivirales directos permite curar la enfermedad dentro de un plazo de dos o tres meses.

La mayoría de los casos se da por un diagnóstico tardío

Las personas con hepatitis B y C pueden no presentar síntomas por años, pero el hígado se “va dañando de forma lenta y silenciosa, lo que eventualmente suele resultar en cáncer”, señaló el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De hecho, el 60% de los casos de cáncer de hígado se deben a un diagnóstico tardío de infecciones de hepatitis B y C y a un acceso tardío a tratamientos.

La OMS señaló que de los 194 países que se comprometieron en 2016 ante ese organismo a eliminar la hepatitis en 2030, solo 124 están implementando planes concretos.

Cifras en el país

En la Argentina se estima que un millón de personas conviven con hepatitis B y C, y que en el 80% de los casos, quienes la padecen no presentan síntomas, según cifras difundidas ayer por el Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires.


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