ESPECIAL PARA EL LIBERAL

La sociedad está harta del conflicto

Por Héctor "Toty" Flores. Diputado nacional por la Coalición Cívica-Cambiemos provincia de Buenos Aires.

El gran desafío que tenemos como país es pensar cómo salimos de esta situación definitivamente. Tenemos que tener una política de Estado para ponerle fin al flagelo de la pobreza.

El pasado jueves se aprobó en Diputados a la prórroga de la emergencia alimentaria. A pesar de no coincidir en el diagnóstico de la magnitud de la situación que estamos viviendo, acompañamos el tratamiento por dos motivos fundamentales: en primer lugar, para dar respuesta a la gente luego de la crisis cambiaria del año pasado y, sobretodo, luego de la crisis post PASO la está pasando mal. En segundo lugar, porque consideramos que era el Congreso el marco donde debía darse el debate para mantener la institucionalidad.

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Si bien somos sensibles al planteo que hizo la oposición y consideramos que correspondía dar tratamiento a este proyecto, creo necesario recordar que esta gestión es la que más ha avanzado en la búsqueda de salidas del problema estructural que tenemos desde el año 2002, cuando se decretó la emergencia alimentaria, que luego se fue prorrogando, convirtiéndose en una de las pocas políticas de Estado de nuestro país.

Han pasado dieciocho años desde esa primera sanción -y varios gobiernos- en los cuales no se resolvió el problema de la pobreza estructural. Esta gestión se propuso hacer las obras, cloacas, asfaltos, que dan soluciones en los barrios a los problemas estructurales de la pobreza.

Es necesario también clarificar la postura de Juntos por el Cambio con respecto a los programas sociales. No podemos olvidar que cuando asumió esta gestión en 2015, se dijo con insistencia que el gobierno venía a sacar los planes sociales porque gobernaría para los ricos.

No solamente era un falso estigma, sino que fue este gobierno quien incrementó la AUH, llegando a casi 9 millones de personas, sumando a los hijos de monotributistas y aquellos niños que, hasta 2015, estaban indocumentados. 

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El aumento del salario mínimo, los aumentos de la AUH en septiembre y octubre, el 0% de IVA para la canasta básica, son parte de las propuestas para que los sectores que más sufren las consecuencias de la inflación que generaron las devaluaciones sientan un alivio y, a su vez, estas medidas son testimonio de la perspectiva de este gobierno en cuanto a políticas sociales.

El gran desafío que tenemos como país es pensar cómo salimos de esta situación definitivamente. Tenemos que tener una política de Estado para ponerle fin al flagelo de la pobreza. En Argentina hubo emergencia cuando la economía no crecía, pero también cuando crecía a tasas chinas y la soja estaba a 600 dólares la tonelada.

Esto demuestra que esta no es la salida y que es necesario generar políticas para el crecimiento y, fundamentalmente, generar las condiciones de estabilidad para lograr que lleguen las inversiones y crezca el empleo genuino.

Debemos terminar esta repetición de ciclos de conflictos sociales, porque la sociedad está harta del conflicto, la sociedad está harta de ir a trabajar y no poder llegar a tiempo, la sociedad está harta de que permanentemente estemos pensando en cuando va a terminar la inestabilidad y se van a empezar a resolver los problemas que tenemos hace décadas.

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Debemos llevar tranquilidad a la sociedad. Es tiempo de llamar a la reflexión para salir de la Argentina del conflicto y de la confrontación, para encontrar el camino de la paz. Es necesario dialogar entre nosotros para encontrar ese camino que la gente está necesitando.

Este es un momento muy importante, de inflexión. Pero así como digo que es necesaria la paz, no soy ingenuo y entiendo que hay intereses contrapuestos. Hay que encontrar un marco de previsibilidad para la discusión.

Porque la Argentina sale de esta situación de crisis recurrentes sólo a partir de consensos y de la generación de trabajo mediante políticas que trasciendan los gobiernos, y sus resultados deriven en que no necesitemos más leyes de emergencia.


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