CRIMEN DE MÓTTOLA

Antenas de celular situarían al federal en la capital el día del crimen

El policía Federal Juan Pablo Fernández, oriundo de Buenos Aires, estaba en Santiago y se habría alojado en un hotel de la ciudad capital antes del asesinato del mecánico Eduardo Móttola, según el informe de empresas de telefonía celular.

El mecánico fue ejecutado el 6 de agosto. Ese día, el Federal estaba ya alojado aquí, de acuerdo con la causa del fiscal Mariano Gómez y es el principal sospechoso del crimen.

Fernández cayó preso en Buenos Aires el miércoles. Convivía con Jésica Díaz, peluquera y ex pareja de Móttola.

Unir las piezas del rompecabezas no fue fácil, pero lo propició la tecnología, tres meses después de la balacera fatal.

Dinero y odio

El móvil aún implica un misterio por resolver, pero los expertos creen que está entremezclado entre una venganza contra la víctima por haber solicitado una nulidad de partenidad, y por odio y despecho.

Pese al hermetismo del caso, trascendió que las antenas de las redes telefónicas indicarían que el Federal arribó a Santiago al menos cuatro semanas antes del asesinato.

Desde ese entonces, el entrecruzamiento de llamadas habría sido muy frecuente entre Fernández y Díaz.

Tan engmático como sangriento, el desenlace provocó estupor policial, ya que en el medio habría una historia y puja por una niña.

Por lo pronto, trascendió que Díaz ya tiene abogado: el doctor Rodrigo Cruz, a excepción de Fernández.

Las imputaciones serían “homicidio triplementa calificado”, reprimido con prisión perpetua y los roles serían claves.

La Fiscalía acusaría a Díaz de planificar el asesinato del mecánico y a Fernández, de la autoría material.

Ambos saben ya que el delito es reprimido con prisión perpetua y desde hoy la Fiscalía se adentrará en sus vidas, ávida de extraer la verdad, aunque con ello deba derribar un muro de verdades a medias que hizo eclosión con la muerte de Eduardo Móttola. l


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