SEÑORA PUJIO

“Dios me la regaló, sabía que no me la iba a quitar”, dijo mamá de la nena que cayó al pozo

“Antes de nacer su vida estuvo en peligro y hoy (por ayer) le tocó vivir lo mismo, pero yo sabía que todo iba a salir bien. Dios me la regaló, y Él me dijo que nunca me la iba a quitar. Tenía miedo, pero también tenía paz”, contó Vanesa Ledesma, la mamá de la niña de un año y ocho meses que cayó y estuvo dos horas dentro de un pozo de más de cuatro metros de profundidad, en Señora Pujio, departamento Banda.

La joven mujer -mamá de cuatro menores- habló en exclusiva con EL LIBERAL en la sala de Observación del Centro Integral de Salud Banda, luego de vivir las dos horas más desesperantes de su vida.

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Mientras la pequeña Ana Belén comía vainillas en la cuna del nosocomio, con sus piecitos descalzos y cubierta por un tapado rojo, Vanesa la contemplaba con sus ojos llenos de lágrimas, pero invadida ya por la felicidad.

“Ella (por Ana Belén) había ido a la casa de mi prima, a buscar a mi sobrina -otra nenita de menos de dos años- para que jugaran. Toda mi familia vive a pocos metros unos de otros. Regresaban a casa, cada una con un perrito en sus brazos. Yo las miraba mientras lavaba en el patio de la casa”, contó Vanesa.

Según expresó la mujer: “Levanté la mirada para ver si ya habían llegado, y mi hija ya no estaba. Mi sobrina miraba el pozo. Corrí y solo escuchaba su llanto. Llamé a mi marido. Todos corrieron a ayudarnos. Vivimos dos horas dramáticas. Ella lloraba, no la podíamos sacar”.

“Mi marido agarró un gancho y le enganchó la ropa, pero a medida que la subía, la ropa la ahorcaba, se enredaba todo en el cuello, y dejó de intentarlo. Hasta que llegó la policía y ellos se hicieron cargo”, expresó.

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Vanesa, en medio del llanto, contó que tiene tres hijos más -el mayor de 16, otra nena de 13 y un varón de 9- pero Ana Belén es la “princesa” de la casa.

“Nos pone a todos patas para arriba. Mi embarazo de ella fue muy complicado. Tuve pérdidas y estuvimos con riesgo de vida las dos durante el parto. Pero Dios me acompañó”, contó.

Segura en su fe y del milagro que Dios había hecho durante su alumbramiento, expresó: “Lo único que se me cruzó -en aquel momento- por la cabeza fue pedirle a mi Dios que la salvara. Él me la dio y yo tenía la seguridad de que mi hija iba a estar bien”.

Vanesa contó que se aferró a un sueño que había tenido antes de dar a luz a Ana Belén. “Se me vino a la mente, mi Dios me dijo ‘Yo voy a estar con vos y con tu hija siempre. Todos te podrán abandonar menos Yo’ y a ese sueño me aferré hoy (por ayer). Tenía mucho miedo, pero sentía paz, sabía que mi hija iba a estar bien”.

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“Primero fue todo desesperación, preocupación, pero comencé a clamarle a Dios, a mi Dios que existe, que es real y si no, mirá este milagro”, sostuvo mientras abrazaba y acariciaba a su pequeña, que reía ajena ya a la gravedad de la situación que le tocó vivir.

Ana Belén, acompañada de todo su grupo familiar, permaneció en el Centro de Salud Banda hasta pasadas las 18 y después fue dada de alta. En el nosocomio le hicieron tomografía, y otros estudios que indicaron que estaba completamente sana.

La Dra. María Teresa Montes, fiscal de turno, tomó intervención en el caso y ordenó que peritos de Criminalística realicen los trabajos de rigor en el lugar, tras el rescate de la pequeña Ana Belén. 


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