La ola de los emprendimientos de triple impacto

Hay una generación de emprendedores que pisa cada vez más fuerte, con un objetivo claro, la sustentabilidad. Pensar en otro camino que no sea la economía circular ya no es opción. Los casos que comparten sus experiencias.

"Creo que el acceso a la información que tenemos las nuevas generaciones hizo que nos sea muy difícil no hacer nada para que todo comience a cambiar, porque ya no necesitamos crear las mejores empresas del mundo, sino las mejores empresas para el mundo", defiende Leandro Caamaño, socio fundador de Juaga, una marca de diseño sustentable de triple impacto. Alejandro Martin, fundador de GoBlue, asegura que hay mayor comunicación respecto de la crisis ambiental, desde fundaciones y entidades que empezaron a mostrar la contaminación plástica en los océanos, hasta el mensaje que dio vuelta el mundo de Greta Thunberg o el incendio en el Amazonas. Estas son noticias que hoy ya no se pueden tapar y que llegaron a otro tipo de público.

Hay un consumidor -cliente cada vez más consciente que exige un producto distinto; el fast fashion quedó obsoleto y se priorizan productos que busquen cuidar el medioambiente. "Nosotros vemos que el consumidor no solamente quiere un producto para satisfacer su necesidad, sino que descubrió que consumiendo algunos productos, además de lograr esto, puede generarle un bien a la sociedad", asegura Pedro Roisman Ferreira fundador de Martha. El ingeniero Matías Portela, uno de los creadores de Ondulé, una empresa que busca cuidar y potenciar la esencia creativa de los niños a partir de juguetes elaborados de cartón reciclado sostiene: "Empezamos a ser más conscientes de lo que está pasando en el mundo y que el simple hecho de existir genera un impacto".

El circuito económico actual genera muchos desperdicios y es totalmente ineficiente, lo que provoca un daño irreversible sobre el planeta. Necesitamos cambiar este sistema por uno que replique el ciclo de vida biológico, sin generar residuos. De esta manera, Ezequiel Vergagni, fundador de Ecoanuncio, describe la situación actual. Como economista asegura que a lo largo de la carrera no se analiza otra posibilidad de circuito económico más que el sistema lineal. Esto lo llevó a investigar sobre la economía circular que rompe con este esquema de producción ya que no existe basura como tal sino que son insumos para otras industrias y las empresas se hacen cargo de todo el ciclo de vida de un producto.

Darío Cordes, CTO de Simacon, dedicada a la construcción sustentable, comenta: "Contamos con una generación de emprendedores más informada sobre las problemáticas sociales, económicas y ambientales. Actualmente, conceptos como sostenibilidad, ODS y economía circular forman parte de todas las conversaciones en el mundo emprendedor".

Si bien hay muchos avances con respecto a la problemática ambiental e información sobre cómo diferentes actores luchan para evitar un impacto negativo, todavía hay mucho por hacer. La concientización y las acciones deben ser inmediatas. "Hay un avance en el compromiso de la sociedad pero no alcanza con separar o dejar de tirar basura en las veredas, debemos generar hábitos sustentables no sólo a nivel consumidores sino también las empresas", afirma Vergagni.

"En un sistema de consumo, está bueno empezar a cambiar las reglas de juego, esto es lo que me moviliza", sintetiza Portela.

A continuación, algunos emprendimientos que trabajan en esta dirección:

Juaga

Con una inversión de $ 255.000 a fin de 2018, la firma apuesta a la moda upcycling con el diseño accesorios que se elaboran a partir de materiales desechados, considerados basura, como banners publicitarios de plástico, caucho de rodados vehiculares, mangueras de incendio, silo bolsas. La producción se lleva adelante en cárceles, uno de los sectores más vulnerados laboral y socialmente.

Para el próximo año tienen como objetivo alcanzar una facturación mínima de $ 1,3 millón. Caamaño aclara que es muy difícil, con la economía del país, poder hacer proyecciones a mediano y largo plazo, ya que los costos fijos y variables cambian constantemente.

Los próximos pasos serán buscar una alianza estratégica con una o más empresas importantes que les permita multiplicar el impacto que generan. Para eso, necesitan trabajar en conjunto con empresas ya posicionadas y de alcance masivo.

Martha

La compañía, que surgió tras una inversión inicial de u$s 15.000 en 2018 y que facturó u$s 100.000 este año, busca solucionar el problema del residuo textil en la Argentina, diseñando accesorios con descarte. La producción se lleva adelante en un taller en el penal número 46 de mujeres en San Martín. Tiene la mirada puesta en mercados con conciencia sustentable y similitud cultural, como México, con propuestas de comercialización, y España y Chile como mercados tentativos. Buscan diversificar la cartera de productos y ampliar la oferta de la marca.

Ondulé

Se trata de un emprendimiento que nacido tras una inversión inicial de $ 5000 en 2011 que elabora juguetes a partir de material reciclado en conjunto con cooperativas para obtener el cartón, que es la Cuál fue el conicto empresarial del año, según los propios empresarios Notas más leídas principal materia prima. Todo lo que es el envasado se trabaja con cooperativas de mujeres en situación de vulnerabilidad. Esperan cerrar el año con una facturación de $ 3,1 millones y proyectan un crecimiento anual de 60%. A futuro, apuntan a diversificar el negocio por lo que hoy se enfocan en la exportación de juguetes.

Ecoanuncio

La empresa a brinda un servicio de publicidad no convencional en bolsas de papel ecológicas. Los comercios pagan por un espacio publicitario en la bolsa, que se entrega en forma gratuita a panaderías y almacenes. Con una inversión inicial de u$s 1000, hoy factura $ 1,4 millón al año. El emprendimiento proyecta abrir 15 franquicias el próximo año.

GoBlue

GoBlue se define como un emprendimiento que hace productos conscientes, dejando de lado el plástico de un solo uso, a favor del cuidado de los mares y el medio ambiente, sin resignar estilo y calidad. Con una inversión inicial de u$s 3000, su fundador, Alejandro Martin, dice: "El mayor capital invertido es el tiempo para haber encontrado personas que tuvieran los mismos valores que la marca para llevarla adelante. Eso no tiene un precio y es lo que más vale cuando querés comunicar un concepto". En los primeros seis meses de funcionamiento, la firma facturó $ 500.000. La proyección es alcanzar $ 1,2 millón el primer año; $ 2,5 millones el segundo y duplicar esa cifra el tercero. "La perspectiva cambia si aparecen inversiones externas", agrega y adelanta que planea incorporar nuevos productos y aumentar la ayuda social de forma más directa.

Simacon

Es la primera firma en América latina que logró, en forma industrial, reemplazar el uso de poliestireno expandido en sistemas constructivos tipo ICF por un material compuesto de fibras de madera mineralizadas. La compañía destinó una inversión de u$s 60.000 para montar la primera planta modelo que funcionó entre 2015 y 2017 y unos u$s 200.000 para la nueva fábrica inaugurada en 2018.

Exporta a Paraguay para edificios agroindustriales y espera comenzar vender en Brasil en 2020. La meta en los próximos tres años es ampliar la gama de productos y radicar una segunda fábrica más en la zona central del país, Corrientes o Córdoba.

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