FESTEJOS

Brexit: Inglaterra dejó de formar parte de la Unión Europea

Se convirtió en el primer país que abandona el bloque. Un momento histórico, de júbilo para unos y tristeza para otros, que abre un futuro en solitario y lleno de incógnitas para los británicos.

A las 11 de la noche de este viernes en el Reino Unido (la medianoche de Bruselas, sede de la Unión Europea), los británicos dejaron oficialmente de pertenecer a la organización continental. 

Hubo festejos de los “brexiters” en la Parliament square de Londres y un discurso del premier Boris Johnson por TV, unos minutos antes, en el que aseguró que “esto no es un final, es un comienzo para el Reino Unido”. 

A continuación, una cronología de los eventos que llevaron al Brexit, que se concretó este viernes: 

El 23 de junio de 2016, para sorpresa de muchos, los británicos decidieron por un 52 por ciento la salida de Reino Unido de la UE, poniendo fin así a una pertenencia no exenta de polémicas y altibajos y abriendo una etapa de incertidumbre, habida cuenta de que nunca antes un país había abandonado el bloque. 

La decisión tuvo también otra consecuencia, la dimisión del primer ministro, David Cameron, quien nunca imaginó que cuando en 2013 planteó la celebración de un referéndum sobre el Brexit y en 2015 lo incluyó en su programa electoral el resultado le sería adverso.

Con Cameron fuera, el Partido Conservador elige el 11 de julio a Theresa May como nueva primera ministra y le encomienda con ello la tarea de negociar el divorcio, tras casi cinco décadas de matrimonio con la UE. El 29 de marzo de 2017, May activa formalmente el plazo de dos años previsto por el Artículo 50 del Tratado de la UE con el envío de una carta a Bruselas.

En un intento por afianzar su capacidad de negociación con el resto de socios, la primera ministra decide el 18 de abril convocar un adelanto electoral que a la postre sería fatal, ya que en los comicios del 8 de junio perdió la mayoría absoluta, quedando a merced del apoyo de los unionistas del DUP, con 10 diputados, para poder gobernar.

La primera ronda de conversaciones entre Michel Barnier, negociador principal de la UE, y David Davis, ministro británico para el Brexit, se produce el 17 de junio. El 8 de diciembre, tras varias rondas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recomienda pasar a la segunda fase en la que se abordará el periodo transitorio durante el cual Reino Unido deberá respetar determinadas condiciones y continuará el proceso decisorio de la UE entre los 27 Estados miembros y la futura relación.

El 6 de julio, el Gobierno británico pacta lo que se dio en llamar ‘plan de Chequers’, por el nombre de la residencia de retiro de la primera ministra, en el que se apuesta por mantener el libre comercio de bienes “sin restricciones” en la futura relación con la UE, pero no en materia de servicios. El documento genera el rechazo del bloque pro Brexit en el gabinete, con la salida de Boris Johnson como ministro de Exteriores y de Davis como ministro para la Salida de la UE. El primero será reemplazado por Jeremy Hunt y el segundo por Dominic Raab.

Tras semanas de tensas negociaciones, el 14 de noviembre el Gobierno británico respalda el Acuerdo de Retirada negociado por May, pero ello provoca la salida el día siguiente por su rechazo al mismo del ministro para el Brexit, Dominic Raab, quien es reemplazado por Stephen Barclay.

Así las cosas, el 25 de noviembre de 2018, en un consejo extraordinario, los líderes de los otros 27 estado miembro refrendan el proyecto de Acuerdo de Retirada y aprueban el proyecto de Declaración Política sobre las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido. España, que amenazó con vetar el texto por lo relativo a Gibraltar, finalmente dio marcha atrás.

A partir de ese momento comenzarían los problemas para May, si bien la ‘premier’ consiguió un respiro de un año como líder conservadora tras ganar una moción de confianza presentada por miembros de su propio partido. El 15 de enero de 2019, el Acuerdo de Retirada es rechazado en la Cámara de los Comunes por un resultado contundente -432 votos en contra y 202 a favor-, al tiempo que los laboristas deciden forzar una moción de confianza contra la primera ministra, que consigue superarla por un estrecho margen.

Comienza así una nueva fase en la que May trata de lograr alguna concesión de Bruselas que aplaque los ánimos en el Parlamento británico. El 11 de marzo, May firma con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dos documentos. El primero, un instrumento relacionado con el Acuerdo de Retirada, que aporta aclaraciones y garantías jurídicas sobre la naturaleza de la solución de salvaguardia -'backstop' en la jerga comunitaria- para la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda una vez se consume el Brexit, y una declaración conjunta que completa la Declaración Política y que establece el marco de la futura relación.

Pese a ello, los diputados británicos rechazaron el 12 de marzo nuevamente el Acuerdo de Retirada, obligando a May a escribir el 20 de marzo a Tusk para pedir que se prorrogara el Brexit hasta el 30 de junio, ya que la salida debía producirse a priori el 29 de marzo.

Los líderes europeos acceden a la prórroga, pero ofrecen dos posibles fechas: el 22 de mayo, si el Acuerdo de Retirada logra finalmente el respaldo del Parlamento británico, o el 12 de abril, si el texto pactado no es refrendado por la Cámara de los Comunes. Sin embargo, el acuerdo volvió a ser rechazado por tercera vez.

En esa tesitura, la primera ministra solicita una nueva prórroga y pacta con el resto de líderes europeos una nueva fecha para el Brexit: el 31 de octubre de 2019.

"Amamos nuestra libertad de movimientos", dice otro de los carteles que temen que el Brexit les complique el ingreso a Europa (AFP)

El 24 de mayo, una May sin opciones, anuncia que dejará de ser la líder conservadora el 7 de junio y que seguirá como primer ministra solo hasta que su partido le busque un sustituto. Este, anunciado el 23 de julio, será el ex ministro de Exteriores y uno de los principales promotores del Brexit: Boris Johnson.

El ‘premier’ llega a Downing Street con la promesa de que el 31 de octubre habrá Brexit, con o sin acuerdo, y el 28 de agosto provoca una grave crisis al anunciar la suspensión del Parlamento entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre. El gesto es visto por la oposición como una maniobra para sacar al país de la UE sin acuerdo y genera división tanto en el Gobierno como en las filas ‘tories’, con deserciones en ambos bandos, lo que deja a Johnson sin la mayoría absoluta.

Así las cosas, el 9 de septiembre, la Cámara de los Comunes aprueba la llamada ‘Ley Benn’, que obliga al primer ministro a solicitar a la UE una nueva prórroga en caso de no lograr un acuerdo de retirada para el 19 de octubre. Además, el 24 de septiembre, el Tribunal Supremo británico declara ilegal la suspensión del Parlamento, que retoma sus sesiones.

El 17 de octubre, Reino Unido y la UE anuncian un nuevo acuerdo revisado, que es refrendado por los líderes europeos, allanando el camino para una salida ordenada. Dos días después, y tras perder la votación de una enmienda en el Parlamento, Johnson se ve obligado a pedir en contra de su voluntad una prórroga adicional hasta el 31 de enero de 2020.

Tras el enésimo pulso con el Parlamento para conseguir sacar adelante el Acuerdo de Retirada, Johnson apuesta por la celebración de elecciones anticipadas. La votación del 12 de diciembre le fue favorable, logrando una cómoda mayoría para sacar adelante el Brexit.

Finalmente, el 20 de diciembre la Cámara de los Comunes avala el Acuerdo de Retirada logrado por Johnson, con 358 votos a favor y 234 en contra. El 23 de enero de 2020, la reina Isabel II da su consentimiento al texto, completándose así todo el procedimiento.

El 24 de enero, Johnson firma formalmente el acuerdo que pondrá fin a casi cinco décadas de historia en común de Reino Unido y la UE.

El 29 de enero, en tanto, el Parlamento Europeo ratificó el Brexit. Por 621 votos a favor, 49 en contra y 13 abstenciones, el Parlamento Europeo allanó el camino hacia una salida ordenada del Reino Unido que seguirá respetando las reglas europeas durante un período de transición hasta finales de año.

Por la noche, miles de personas que apoyan la decisión confluyeron en distintos puntos icónicos de Londres para celebrar. En algunas reuniones se pudieron observar gestos y actos contra la bandera de la Unión Europea.

El número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro Boris Johnson, se iluminó con los colores de la bandera del Reino Unido y, cuando faltaba una hora para el Brexit, comenzó una cuenta regresiva.

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