CENTRAL CÓRDOBA

Ola de desgarros en el plantel: ahora les tocó a Lucas Brochero y a Rosales

Ya son cuatro los jugadores que sufrieron este tipo de lesión, de los cuales uno ya está recuperado (Franco Sbuttoni). La prolongada inactividad parece estar pasando factura.

Cuando se dio luz verde para el regreso a los entrenamientos en el fútbol argentino, dos fueron las grandes preocupaciones o temores de los cuerpos técnicos. Una tiene que ver con los contagios de coronavirus, teniendo en cuenta el contexto de pandemia y la grave situación que afronta nuestro país al respecto. El otro estaba ligado a las lesiones musculares a las que están expuestos los jugadores por haber estado parados más de cinco meses.

En Central Córdoba, el Covid-19 afortunadamente no estuvo presente todavía (salvo un caso en un jugador de reserva y otro en un integrante del Departamento médico). Pero los desgarros parecen haberse convertido en la “pandemia” ferroviaria.

Ayer se conoció que el delantero Lucas Brochero y el volante Santiago Rosales se sumaron a la lista de los futbolistas ferroviarios afectados por este tipo de lesión muscular.

La nómina, que asciende a cuatro jugadores, la inició Franco Sbuttoni. El defensor se sumó a las prácticas del plantel de Berti el 20 de agosto pasado, tras cumplir con su aislamiento obligatorio, y cuatro días después sufrió un desgarro de grado 2 en la cara posterior del muslo derecho. Tras un período de quince días de recuperación, el ex jugador de Arsenal y Atlético Tucumán, entre otros, fue dado de alta y la semana pasada pudo realizar la mini pretemporada que se hizo en doble turno.

Ola de desgarros

Cuando ya se había recuperado Sbuttoni, esta semana se produjo una ola de desgarros en el plantel. El martes pasado, se conoció que Ismael Quilez tiene un desgarro de grado 1 de 11 milímetros en el recto anterior del muslo derecho proximal. La recuperación del lateral derecho demandará al menos quince días.

Ayer se sumaron los casos del delantero Lucas Brochero y el volante Santiago Rosales. El cordobés que llegó desde la reserva de Boca presenta un desgarro grado 2 de 18 milímetros en el musculo semitendinoso proximal de su pierna derecha, en tanto que Rosales se encuentra con un desgarro grado 1 de 25 milímetros en el biceps de su muslo izquierdo. Ambos iniciarán un período de recuperación que de acuerdo a la evolución, demandará aproximadamente entre 15 y 21 días.

Al parecer, la inactividad le está pasando factura al plantel, aunque esto no es algo que preocupe al cuerpo médico de Central Córdoba. “El tiempo de inactividad influye. También tenemos en cuenta que en pretemporada se trabaja con más intensidad y durante más tiempo que cuando comienza el torneo. No me preocupa realmente porque es una situación esperable en este contexto”, señaló el Dr. Mario Herrera, médico del plantel. l


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