Frías y el primer latir de vida
Una mirada hacia lo profundo del génesis de la ciudad, para buscar aquellos pasos que guiaron el caminar durante casi un siglo y medio.
Dos paralelas de acero parten la ciudad en dos, de sur a norte, y es justo en el cruce de calles Belgrano (al este) y Eva Perón (al oeste) el corazón donde la primera célula de vida de la ciudad comenzó a latir. La estación Frías del ferrocarril Belgrano Cargas.
Desde este punto ¿hacía donde se orienta la búsqueda de los orígenes de Frías? La friense investigadora y doctora en historia santiagueña, Amalia Josefina Gramajo de Martínez Moreno (1938-2008) y su esposo, Hugo Martínez Moreno (1945-2018), ambos permanentes colaboradores de EL LIBERAL, lograron plasmar estos aspectos.
En su trabajo Consideraciones Históricas y Geográficas de la ciudad de Frías, Amalia remontó su búsqueda hasta el archivo del museo ferroviario Scalabrini Ortiz de Buenos Aires y el archivo de la Nación para encontrar un par de documentos claves para el surgimiento y desarrollo de esta ciudad: uno es del 2/9/1870 que disponía la prolongación del ferrocarril desde Córdoba hasta Tucumán y, el otro, la ley del 12/10/1871. Después se sumarían los decretos de aprobación de la licitación el 15/7/1872. Según las crónicas de la época la obra comenzaría en 1873.
La historiadora destaca que “en esa investigación si bien el 25/11/1875 fue la fecha real de la habilitación de la estación que se había levantado primero en el km 1060 en plena zona del Albigasta, pero desde 1874 personal de la empresa ya se había asentado, lo que marca el tiempo de la radicación”.
Puntualiza: “En el archivo general de la provincia de Santiago del Estero, en sus carpetas de leyes se puede leer el fallo de la fecha11/4/1877 de expropiación de 400 cuadras de terreno en la Estación Frías del Ferrocarril Central Norte con destino a la formación de una villa, deslinde amojonamiento, etc. Esta población se formó en torno a la estación y se llamó Villa Únzaga (en honor al patricio santiagueño)".
Asimismo figura el decreto del 30/5/1877 de nombramiento oficial de la comisión de vecinos, ampliada por otro decreto del 18/8/1877 y mucho más sobre el acontecer de la población y como nace, crece y se desarrolla una comunidad como esta que, en sus primeros momentos contó con la contribución de antiguas familias ya afincadas por el área aledaña: Pagla, Remansito, Albigasta, Anyuli, San Pedro de Choya, La Concepción de El Alto, Las Cañas.
“Sus miembros se trasladaron a vivir a la vera de la estación por todo cuanto implicaba ese hecho histórico, económico, social y cultural que hacía a la ocupación de un espacio que por esos años no estaba poblado aunque sí era área de tránsito hacia el oeste, nordeste y este; hacia el sur poco se avanzaba por los pantanos del río y la vecina salina”, detalla la investigación.
Comisión de Vecinos
Con la ley del 11/4/1877 la Legislatura santiagueña no hizo otra cosa que darle un marco legal con el nombre de “Comisión de Vecinos” a un grupo de bien intencionados, visionarios, fuertes para conseguir suelo, patria, hogar e instituciones. Muchos de ellos de origen italiano, español, algunos ingleses o franceses y luego la inmigración de Oriente.
“Organizados en sociedad la evolución fue rápida en actividades como obrajes, fábrica de pólvora, explotación del hierro, irrigación por canal para el desarrollo agrícola, más las obras de edificios que el ferrocarril levantó: estación, talleres y sala de máquinas, entre otros”, puntualiza el trabajo de la doctora.
Sin embargo en los archivos de la provincia, Amalia descubrió una mensura realizada por el ingeniero Baltazar Olaechea y Alcorta (agrimensor e historiador). El documento lo compartió en exclusiva con EL LIBERAL hace 21 años, es un plano que se habría trazado de la planta de la incipiente urbe y citaba como algunas referencias un hospital, iglesia, el mercado, plazas, casa municipal y casa de vecinos como la familia Monti.
El trabajo de la recordada friense continuó por cartografía, censos, estadísticas, protocolos, carpetas de archivo de Catastro y por supuesto los relatos de los vecinos de mayor edad que sirvieron para ir reconstruyendo muchísimo material que se ha plasmado en varios libros sobre los cimientos de una ciudad que hoy se encuentra entre las más importantes de la provincia.