ESPECIAL PARA EL LIBERAL

Contra la violencia, siempre

Por Francisco Juan José Viola - Médico - Dr. En psicología.

“Siempre en memoria de las Mirabal”.

El pasado 25 de noviembre fue el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, establecido por las Naciones Unidas desde 1999. Se eligió ese día para recordar a las hermanas dominicanas Mirabal, Patria, María Teresa y Minerva, que fueron asesinadas brutalmente el 25 de noviembre de 1960 por órdenes del dictador de la República Dominicana.

No existe ninguna ideología, creencia, saber respetable que considere que la violencia como actitud ante el otro sea positiva. Aun no compartiendo alguna idea con el otro, en general, aceptamos que la violencia no es el camino.

Por ello, la humanidad no deja de pensar estrategias y decisiones para evitar, disminuir y erradicar la violencia. Pensando en soluciones, creo que para eliminar la violencia hay tres áreas sobre las que debemos trabajar de forma consciente e ineludible:

1-La educación sexual integral: no debería existir dudas de su necesidad, urgencia e irrevocable premura en realizarla. Es más, voy a sostener que no hacerla, o interferir en ello, es una de las formas que tenemos de evitar dotar a las personas de herramientas útiles para hacer frente a muchos problemas concretos que nos afectan, incluido la violencia. Lo diré: la educación sexual integral si sigue una “ideología”. Aquella que toda la humanidad, a través de los siglos y de muchas manifestaciones espirituales y sociales, ha puesto como norte real: el otro es importante porque es otro. La alteridad y la diversidad como valor incuestionable de la humanidad. La educación sexual integral realizada correctamente, compréndalo, sirve para dar conocimientos válidos, habilidades fundamentales y valores concretos para hacer frente a los problemas que el vivir nos plantea.

2- El desarrollo sistemático del acceso universal y completo a la salud como una de las formas esenciales de prevenir, resolver, tratar y promover cuestiones tan complejas como es la violencia, no sólo por sus efectos visibles sino, también, aquellos que parecen intangibles, pero que son reales y producen daño.

Esto incluye la salud sexual como derecho postergado, pero imprescindible.

3- Un sistema socio-jurídico: que garantice que el acceso a la Justicia, pase por la noción de equidad y que no haya razón alguna para que la discriminación no sea una forma arcaica y que, utopía mediante, debe ser suprimida como comportamiento de nuestra sociedad. Esto incluye una lucha también contra la corrupción, que atenta, en democracia, principalmente, a los Derechos Humanos.

Combatir la violencia activamente, promover la paz, aún más efectivamente. Las Naciones Unidades han planteado desde hace unos años y, hasta el 2030, una campaña de los 16 días de activismo contra la violencia de género.

Desde el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

La campaña de esta organización internacional está bajo el nombre Únete y el eslogan general es “Pinta el mundo de naranja”. Cada año desarrolla un tema global, el del 2020 es: ¡Financiar, responder, prevenir, recopilar!” Si lo pensamos, esta campaña se orienta a lo que más deseamos como seres humanos y como sociedad: sumar para la paz, que incluye eliminar toda violencia; crecer en la solidaridad, que precisa aceptar la diferencia y respetarla; desarrolla la inclusión que exige la equidad y la justicia No puedo entender que alguien crea, en nuestro país, que esto va en contra de valores que todos deseamos para nuestra Argentina.

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