Bº CONGRESO

Un comerciante habría golpeado a su joven pareja estudiante y le apoyó un arma de fuego en la cabeza

El médico confirmó lesiones en la cabeza, cuello, glúteos y piernas. En otra habitación, descansaban dos hijas del atacante.

Una estudiante sufrió diversas heridas en distintas partes del cuerpo y el agresor sería su pareja, un comerciante que la habría atacado a trompadas y patadas y apoyado una pistola en la cabeza, advirtiéndole furioso: “No te mato porque están mis dos hijas en la otra pieza”, en Bº Congreso. El escenario habría sido la casa del comerciante, de 32 años, con residencia en Moreno, entre Alsina y La Rioja, casi un año y medio después de la relación con la joven.

“Hubo muchas otras ocasiones en que me había golpeado, pero quizá la única que no lo asumía violento era yo”, señaló la víctima en diálogo con EL LIBERAL.

Primera persona

“De madrugada, estaba enferma, y le pedí que viniese temprano a la cama. En otra habitación estaban sus dos hijas, fruto de una primera relación”, ahondó.

Tal cual, el sujeto ingresó a la habitación y se acostó al lado de la estudiante. “Había estado pensando mucho sobre mi relación con él. Le pedí terminar nuestro vínculo, ya que no me sentía querida a su lado”, profundizó.

Se puso como loco. Se me tiró encima y empezó a golpearme a trompadas. También me apretó del cuello y pateó en las piernas, en los glúteos. Ya ni recuerdo dónde me pegaba”, acotó.

Desesperación

“Las hijas lloraban y gritaban, quizá al escuchar mis gritos. Él me insultaba llamándome p... infiel... y otras barbaridades. En su cabeza, yo era la hdp y no él que vivía golpeándome”, ahondó la víctima.

Como pudo, la damnificada se vistió y escapó a la casa de sus padres. Después, formalizó la denuncia policial que recayó en órbitas de la fiscal Silvina Paz.

Sin perder tiempo, la funcionaria habría requerido la detención del comerciante y le fue concedida en las últimas horas por la Justicia de Género.

Al cierre de esta edición, trascendió que la damnificada sería asistida por un abogado, con el propósito de constituirse como querellante particular.

“Tengo mucho miedo y estoy encerrada. A la vez, ya estoy con un psicólogo, porque no puedo dormir por las noches”, enfatizó.


TAGS violencia familiar Violencia de género
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