LA HISTORIA LA LLEVARÁ A UN PEQUEÑO PUEBLO DE ATAMISQUI

Cineasta argentina planea nuevo filme en Santiago

Julieta Ledesma rodó “Vigilia” en Ojo de Agua, y tras el éxito de ese proyecto, quiere volver a Santiago. Una mujer que conoció en aquel filme la inspiró para contar una nueva historia.

Cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan, la cineasta argentina Julieta Ledesma volverá a tierras santiagueñas para rodar su segundo largometraje. El primero fue “Vigilia”, que filmó en Ojo de Agua. Ahora se prepara para hacerlo en Guanaco Sombriana, comunidad ubicada en el departamento Atamisqui.

En una entrevista con EL LIBERAL, vía Zoom, Julieta dio detalles de su nueva producción, además de referirse al estreno de “Vigilia” en Cine.AR, el canal de televisión del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.

¿Qué rescatas de todo lo vivido durante el rodaje de “Vigilia” en distintas locaciones de Ojo de Agua?

Me sentí muy cómoda en ese lugar. Cuando llegué dije: “Acá se filma toda la película”. Esencialmente, yo sentía que me encontraba con un paisaje muy interno mío. Hay imágenes que te disparan historias que tienen que ver con imágenes internas que ni siquiera sabemos que las tenemos hasta que llegamos al lugar. Cuando llegué a esa zona me di cuenta que yo, en ese espacio, en esos lugares, tenía mucho para abordar. Me sentí cómoda y a gusto para poder crear. De hecho, mi segunda película, que estoy trabajando, es muy probable que se filme en Guanaco Sombriana (Dpto. Atamisqui), porque es el deseo de que sea ahí, también fue motivado por “Vigilia” porque me dio la posibilidad de volver a esa zona y empezar a recorrer otros lugares.

¿Comenzaste a filmar en Guanaco Sombriana?

No. Estoy haciendo la investigación. La idea es meter el proyecto en breve en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. El tema de la pandemia paralizó el tema del rodaje, pero mi intención es poder filmar en esa zona. Tuve la posibilidad de conocer a Primitiva Zurita, una mujer que vive en Guanaco Sombriana. Es una mujer extraordinaria que lleva a su pueblo como estandarte. A partir de conocer el lugar, de conocerla a ella y a otras personas, vi esas realidades, ese deseo de llevar ese pueblo adelante y todos los proyectos que tienen para ese lugar. Esto me motivó a desarrollar una historia ahí.

¿Qué historia vas a desarrollar?

Antes de la pandemia íbamos a desarrollar una ficción porque existían las posibilidades y yo creo que hoy, entendiendo el contexto, lo que nos interesa, en primera instancia, es poder desarrollar un documental en el lugar, un documental en donde podamos palpar esas historias que yo vi cuando llegué y cuando conversaba con Primitiva. Ella tiene muchos proyectos para llevar adelante. Eso me hizo reflexionar mucho acerca de muchos pueblos al borde de la desaparición, muchos pueblos que quedan fantasmas o pueblos que, en realidad, terminan siendo olvidados por distintas características. Pero, después están también estos pueblos, que son pequeños, pujantes, que tienen una identidad propia. Eso me motiva a trabajar una historia en ese lugar.

¿Qué significó dirigir a actores como Osmar Núñez, Jorge Román y Mirella Pascual?

Osmar y Jorge tienen muchísima trayectoria. Jor‑ ge viene de hacer Monzón, la serie que sigue estando en primera plana. Pero en Vigilia trabajé también con no actores, que tenían su primera experiencia; y Os‑ mar, Jorge y Mirella siendo grandes actores hicieron un ensamble muy interesante con todos ellos. Además, se dejaron dirigir. Era mi ópera primera y uno de mis miedos era que por ser justamente actores extraordinarios, de mucha experiencia, me pu‑ sieran límites. Pero, no. Mu‑ cha humildad. Hemos convi‑ vido semanas. Nadie grabó escenas y se volvió. Todos se quedaron durante todo el rodaje. Ensayábamos una hora antes de filmar. Vigilia es una película muy “crane‑ ada”, ensayada. Improvisa‑ mos en el set, pero todo es‑ taba muy ensayado.

Pablo Ríos, ese hijo que vuelve a la estancia y desencadena todo, ¿fue un descubrimiento tuyo?

Yo creo que el talento está en todas partes. Sólo que Buenos Aires, lo hace más accesible, quizás. Hice mucho casting en Capital para encontrar ese perso‑ naje al que compuso Pablo. Pero no tenían la esencia que parecería que la cámara no ve, pero lo ve... la esen‑ cia de haberse criado en un campo, con animales, con caballos, de tener la mirada, el rostro de alguien que ha crecido bajo el sol... un montón de cosas que no se pueden interpretar; y Pablo las tenía.

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