CÁMARA DE APELACIONES

La banda de policías ladrones que le robó $ 2.413.080 a Servisur vuelve a escena

Hay cinco detenidos, entre policías y exonerados. La Fiscalía va por la confirmación del asalto. La defensa, por intentar atenuar imputaciones. Pruebas y testigos, en retina judicial.

Casi un año y cuatro meses después del millonario atraco armado a empleados de la firma Servisur, con un botín de $ 2.413.080, un tribunal analizará las prisiones preventivas dictadas a la ‘banda poliladron’.

El grupo está conformado por los exonerados policías, Marcos Villalba y Bruno Rubín; los policías, Luis Serrano y Marcelo Campos y el técnico en celulares, Iván Díaz Páez.

Todos fueron imputados por ‘robo doblemente calificado agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda’.

Los abogados defensores hicieron diversos planteos que el 10, 11 y 12 de marzo serán analizados por la Cámara de Apelaciones.

La batalla

La Fiscalía buscará que el alto cuerpo confirme las preventivas, por entender que la banda golpeó el 12 de noviembre en Dorrego y 24 de Septiembre.

En esa hipótesis, los funcionarios sostienen que las escuchas telefónicas serían categóricas; también, videos de sujetos en una casa del Bº 8 de Abril.

Por el contrario, los abogados juzgan que la Fiscalía no acreditó aún los cargos; mucho menos depuró los roles individuales.

Para los letrados, la investigación se habría nutrido con testigos abandonados a su suerte por la banda, quienes se vengaron y entregaron a varios policías.

La maniobra

La investigación se sitúa en cinco hombres: la Fiscalía afirma que fueron delatados por un video, frente al búnker que alquilaron en el Bº 8 de Abril.

La vivienda habría sido alquilada por Villalba, más un hermano prófugo, lo cual fortalece la teoría fiscal, trascendió.

Además de la lógica resistencia a los cargos, los abogados denunciaron que los tiempos se extralimitaron para mantenerlos privados de la libertad.

Uno de ellos fue el abogado Luis Barraza, quien asiste a Iván Díaz Páez.

A través de un amparo por “mora”, el letrado le dio un envión a la situación de su cliente, se supo.

Pese a la intensidad de los abogados, vale subrayar que el botín nunca pudo ser recuperado.

Una corriente policial afirma que fue llevado por los Villalba hacia los barrios Smata, o El Vinalar.

Cuando la Justicia libró detenciones masivas, el dinero ya era historia.

Hoy, los policías y ex funcionarios esperan alojados en el Centro Único de detenidos y la paciencia tiende a fragilizarse cada vez más.

Sospechan de más policías involucrados en la maniobra

Los abogados deslizaron que el golpe a Servisur no fue al azar y que tuvo más vinculaciones: en especial, mano de obra desocupada de ex policías.

Varios habrían realizado visitas al Centro Único de Detenidos, molestos por haber sido desplazados del atraco, apenas diez horas después que la “banda” escapara en motos y con varios bolsos repletos de dinero.

En todo caso, la información provista a los investigadores, sugieren, distó mucho de ser información real, ya que habría sido un pase de facturas para los estrategas del robo.

A su vez, éstos garantizarían que el dinero aparecerá, tanto en pago por su silencio y cual garantía de no ser delatados y obrar como un buscapié de previsibles cimbronazos.


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