ESTADIO ÚNICO MADRE DE CIUDADES

Un espectáculo Único a la vera del río Dulce

El Estadio Único Madre de Ciudades finalmente tuvo su bautismo de fuego. Sin la habitual presencia del público por la pandemia de coronavirus, el gigante del Norte tuvo su noche soñada y esperada por mucho tiempo. River y Racing fueron esta vez los que iluminaron la final de la Supercopa Argentina y lo hicieron con un emotivo partido.

Desde horas tempranas se respiraba alrededor del estadio un fútbol que está vez iba a ser distinto. Los equipos llegaron al estadio a las 20 y en medio de un riguroso operativo de seguridad.

La idea siempre fue el de cuidar a las dos delegaciones y que nada entorpezca lo que estaba planificado desde un comienzo. La organización de la Supercopa no dejó nada librado al azar.

Medios nacionales tuvieron su lugar de privilegio y cada uno llevó a los hogares del país y del continente lo que se reflejaba en el campo de juego.

El espectáculo (el primero de gran jerarquía) fue de excelencia más allá de que en las tribunas se sentía y se notaba largamente la ausencia de quienes le ponen el marco más especial a un partido de fútbol.

Y por primera vez se pudo ver en escena el fantástico juego de luces del estadio que parecía como siempre brillar con luz propia.

Así, los campeones del 2019 (River de Copa Argentina y Racing de Superliga), tuvieron una fiesta memorable.


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