GISELA ROXANA RÍOS

Tuvo Covid al séptimo mes de embarazo y conoció a su hija luego de 18 días en coma

Se contagió luego de estar con su papá, que falleció por el virus mientras ella estaba internada. Todavía le resta un tiempo de rehabilitación.

La pandemia por coronavirus que castiga al mundo está dejando historias de todo tipo, y entre las muy dolorosas, se cuelan las milagrosas, aquellas en las que la vida mezcla partidas con llegadas. Algo así experimentó una jovencita santiagueña, quien a los siete meses de embarazo se contagió y estuvo en coma farmacológico 18 días. En ese lapso, su papá falleció de Covid, nació su beba en una cesárea, y la conoció semanas después, cuando salió del coma.

Es la historia de Gisela Roxana Ríos, quien se contagió luego de haber sido contacto estrecho de su papá. Fue mamá y aún está en rehabilitación por las múltiples secuelas que le dejó el virus.

Sensaciones

"Ingresas al hospital un 4 de agosto y te despiertas un 22 de agosto. No entiendes nada, no sabes nada, ni qué te pasó, si tu hija nació o murió. Nadie dice nada", relató Gisela en su cuenta de Facebook.

Y se extendió en el relato de todo lo que le tocó vivir estando internada. "Lloraba de noche cuando comencé a estar consciente, por no saber qué pasó. Me retiraban tubos, cánulas de alto flujo, me dieron vuelta. No podía respirar, me acuerdo, me enteré que estuve en coma farmacológico 3 semanas, y ¡qué loco! Yo estuve en coma, y nunca me enteré. No se siente nada. No me acuerdo ni cuándo ingresé al quirófano".

El recuerdo de su papá

"Todo el tiempo internada preguntaba por mi papá y a la vez decía: 'Ya habrá fallecido mi gordo'. Siempre lo supe y tiempo después cuando me lo dijeron, no lloré ni me sorprendí. Recuerdo haberle dicho a mi papá unos meses antes que él iba a estar en el parto para recibir a su primera nieta, y me dijo "Bueno". Ese día nunca llegó y esa ocasión tampoco. Vaya a saber qué fue. No dudo que me dio fuerzas mi papá y que estuvo conmigo hasta hoy y todos los días", relató en el posteo.

Y después de dar detalles de los estudios que le practicaron, el esfuerzo que hicieron los médicos y las múltiples terapias de rehabilitación que tiene que realizar, dejó un fortísimo mensaje: "La vida posCovid, con secuelas, no es fácil, pero hay que tener huevos para todos los días. Me quedan unos meses más y después seré yo nuevamente".

Hoy la joven debe seguir trabajando en la rehabilitación porque el virus le dejó secuelas bastante serias, y eso le demandará un buen tiempo. Pero está segura de que no bajará los brazos, por el recuerdo de su padre, y por la vida de su pequeña hija.



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