CASO

La madre de María Soledad Taboada proveerá antecedentes de violencia previos al homicidio

Dolores Raquel Suárez declarará hoy ante la fiscal por el brutal asesinato de su hija, María Soledad Taboada, y proveería detalles de un grave incidente sucedido el pasado abril, ocasión en que Bernardo Díaz, pareja y homicida, la ahorcó y provocó que se orinara encima.

La mujer fue atacada por Bernardo el domingo 10 de octubre. En su casa del Bº General Paz le asestó 11 puñaladas, por las cuales dejó de existir 24 horas después en el Hospital Regional.

En sintonía con el criterio del querellante, Franklin Moyano, desde las 11 de la mañana Suárez estará frente a la fiscal Cecilia Gómez Castañeda.

“Presentaremos pruebas valiosas. A través de ellas, intentaremos acreditar la existencia de violencia física previo a ese domingo de terror”, señaló días atrás Moyano.

Según el entorno de la víctima, en abril de este año Bernardo habría ahorcado a María Soledad. Tal fue el susto que la víctima se orinó. Al día siguiente se lo habría confiado a su madre, aunque le pidió que no dijera nada.

Era imposible ante lo evidente de las secuelas. “Mi hija tenía todo el cuello con moretones”, afirmó Dolores a EL LIBERAL. La mujer añadió que durante un año Bernardo le fue infiel a María Soledad.

“Ella recibió fotos con Bernardo y una expareja, desnudos. Mi hija lo corrió de la casa. Después lo perdonó, pero desde entonces la relación no fue igual. Pero él siempre le advertía: “Si me engañas o dejas, te mato”.

Celulares y autopsia

En la misma investigación, la fiscal aguardaría conclusiones a una serie de pericias trascendentes. Las más importantes: resultados de los peritajes informáticos de la extracción del celular de María Soledad y el aparato de Bernardo, y los resultados de la autopsia.

Aun ante la contundencia del desenlace, los investigadores indagan en el móvil. Lo único que se sabe es que la pareja pasó ese día en la casa de Pamela Taboada, hermana de María Soledad.

Después de las 22.30 retornaron y a los pocos minutos el sujeto la habría atacado a puñaladas. El arribo inmediato de un hermano y un cuñado no pudo evitar que la víctima recibiera 11 puñaladas, una de las cuales fue letal: el cuchillo perforó el cráneo de María Soledad y apagó su vida al día siguiente.

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