INVESTIGACIÓN

El cuidador del campo tenía disparos en brazos, rostro y nuca, y le habrían sustraído armas

Durante el fin de semana se llevaron a cabo allanamientos e inspecciones oculares, sin resultados positivos hasta el momento.

Los siete disparos que recibió José Alberto Sánchez, el encargado de un campo en las afueras de Pinto (Aguirre), aún encierran mucho misterio. El temor entre pobladores y el entorno estarían atentando con el trabajo de los investigadores.

El crimen de Sánchez no fue uno más, tiene características poco habituales en la región del sudeste santiagueño.

Pese al hermetismo con el que se maneja la investigación encabezada por la fiscal Andrea Darwich, se conoció que los disparos impactaron en los brazos, en el labio y al menos uno en la nuca del encargado del campo.

Ese disparo en la nuca hace suponer una ejecución, pero por ahora son todas conjeturas y las pericias determinarán la mecánica del asesinato.

Una de las líneas investigativas supone que Sánchez habría conocido a su asesino y que hasta pudo haber tenido un diálogo con el mismo antes del crimen.

Cabe recordar que la víctima llegó a comunicarle a su yerno (47) que le habían disparado, pero se desconoce si llegó a aportarle algún otro dato. Las mismas fuentes deslizaron que la policía santiagueña estaría cruzando información con fuerzas policiales de otras provincias, a los fines de descartar o confirmar alguna conexión.

José Alberto Sánchez fue asesinado el pasado miércoles en horas de la mañana en uno de los campos en los que trabajaba. Cuando sus familiares y la policía arribaron a la escena, ya lo encontraron sin vida.

Durante el fin de semana se concretaron inspecciones oculares y allanamientos, ya que le habrían robado armas de fuego, pero los resultados fueron negativos.


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