Francella lidia con las redes sociales

En lo artístico, Guillermo Francella atraviesa por uno de sus mejores momentos. "Granizo", la película que Netflix pondrá en pantalla mañana, es solo la punta del iceberg que revela el exitoso profesional que es.

Guillermo Francella interpreta a Miguel Flores en "Granizo", comedia que se estrena mañana en Netflix donde asume a un exitoso meteorólogo al que se le viene el mundo y la fama encima y que debe lidiar con el ataque del público y el avance de las redes sociales sobre la profesión.

"En los castings preguntan a los actores cuántos seguidores tienen y son elegidos en muchas ocasiones por ese motivo, como si eso generara convocatoria en una novela o película. Hay casos puntuales, sin dar nombres, que no pasó nada, no va ni un espectador a verlo", dijo Francella en una entrevista con Télam, en la que sostuvo: "Eso me parece terrorífico".


-Al comienzo de la película, Miguel parece estar muy feliz, pero tiene un audio de su hija que no escucha. Ya desde la primera escena queda marcada una dualidad en el personaje, ¿no?

Es que está muy feliz, no te lo olvides. Va a debutar en el prime time de la televisión argentina con un programa que en la vida se llevó a cabo, un show meteorológico. Él siente que nada lo tiene que distraer, la hija lo llama para firmar una escritura de la casa de Córdoba, él hace un montón que no va a Córdoba, su familia se desmembró. Hay cierta frialdad en la relación con la hija. Entiendo a nivel racional, si no me acompañara mi esposa y mis hijos a lo largo de mi vida no hubiera sido lo mismo, pero él debido a la tragedia de su esposa se acostumbró. Está medio corrido de la realidad, habla con el pececito como si fuera el hijo y viene contento a decirle lo que midió el programa a la noche. Tiene una cosita en el balero bastante patética, está un poquito corrido. Pero bueno, me pareció un universo muy atractivo para transitarlo como intérprete.


-Sin embargo, Miguel le da importancia a las relaciones humanas, como con su asistente, o con el público.

Sí, tal cual. Y qué pasa con el éxito, por ejemplo, esa cosa tan efímera que genera el éxito. Hay una frase de la hija que me seduce mucho: "¿Te das cuenta que no te quiere la gente, pa? Parecía que te quería, pero era todo una mentira, cuando te equivocaste y tuviste un traspié te convertiste en un meme". Que algo desafortunado o políticamente incorrecto o una equivocación en un diagnóstico de un meteorólogo te genere esta cancelación, este odio, este escrache y quererlo muerto es algo con lo que no comulgo en lo más mínimo, odio profundamente esto nuevo. Después, el vínculo con la hija, el éxito lo llevó a ser abandónico, el ego de tener un micro de cinco minutos en un noticiero a un programa del prime time, todo lo que lleva el éxito y de golpe se quedó sin nada y reinventar de nuevo la historia con su hija.


-Miguel tiene un ego muy grande. ¿Cómo compensás el ego con el éxito?

El ego no tiene por qué ser abandónico. Yo llevo 40 años de carrera y gozando de muchísimo éxito a lo largo de toda mi vida artística, tengo una vida anónima y una vida popular y pude conciliar ambos mundos sin reñir. No tuve que reñir en lo más mínimo, nunca falté a un acto escolar ni dejé de estar presente en alguna reunión para mis hijos y lo he sido hasta que son grandes y toda mi vida fui igual, muy presente siempre. Y te digo que lo que vivió Miguel Flores lo empezó a vivir hace un ratito, porque es exitoso hace un tiempo. Yo llevo décadas viviendo lo que él vive y cosas hermosísimas que uno vive y me emociona, porque al día de hoy todavía no dejo de asombrarme todo lo que vivo en la calle de gente antagónica entre sí, heterogénea socialmente, culturalmente, niños, abuelos, mujer, hombre y me sigue pasando, y no tuve mis conflictos.

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