“Las normas se violan por falta de conciencia individual en los comportamientos sociales”
Cada día, cientos de santiagueños cruzan las calles con el semáforo en rojo, arrojan basura en cualquier lado, tratan de burlar las colas, en muchos casos, exponiendo su vida y la de otros miembros de la sociedad.
La conducta que a diario se observa en las calles de nuestra ciudad, se distancia demasiado de las elementales normas de convivencia social, como el respeto por el resto de los integrantes de la comunidad en la que vive.
Es moneda corriente el cruce de calles con el semáforo en rojo, tanto peatones como conductores de vehículos (autos, motos, bicicletas, monopatines), arrojar basura en la vía pública (en la que existen numerosos cestos), o estacionar en doble o triple fila.
Y ese comportamiento es analizado desde la sociología como una falta de empatía, de sentido de pertenencia y de respeto hacia el resto de quienes integran la sociedad.
Precisamente, respecto de la carencia de esas condiciones, la socióloga Rosa Isabel Pesce sostiene que "la conciencia individual es la que cada uno de nosotros debe tener a partir de su comportamiento y sus acciones desde el libre albedrío, que no significa tomarse la libertad de avasallar derechos de otros o comportarse de manera indebida, sin reglas ni normas, sin responsabilidad para andar por la vida, para caminar como persona y desenvolverse en los diferentes ámbitos".
"Hablamos de una sociedad con una cultura y una idiosincrasia que no piensa en el derecho de los demás, que defiende lo propio. Tiene que ver con cómo tomamos lo colectivo y lo individual, hasta dónde me siento perteneciente a una sociedad y hasta dónde me separo de esa sociedad para verme de una forma totalmente individual y no integrado. No hay sentido de pertenencia a la propia sociedad. Hay gente que no termina de tomar conciencia del riesgo que corre al violar alguna norma, y ahí se ve que le da lo mismo poner en peligro su vida y la de los demás".
Desde el punto de vista del ciudadano, dijo que "se debe pensar que hay derechos y obligaciones", porque "todos queremos pararnos desde los derechos, pero nadie quiere hacer ejercicio de las obligaciones, entonces, tenemos que buscar un equilibrio para poder entendernos como individuos, como grupo y como sociedad".
"Hay que cumplir con el ejercicio de esos derechos y esas obligaciones, porque hay mucho pedido de derechos, pero las obligaciones quedan de lado. Creo que una vez que tomemos conciencia de ello, vamos a poder caminar un poco mejor como personas y como ciudadanos. Debemos hacernos cargo de nuestros errores; tomar conciencia; buscar nuestros propios correctivos, no esperar que alguien nos lo ponga, y ahí aparecerá el famoso concepto de integridad, para construir una sociedad mejor", cerró.
¿Es positivo que se apliquen sanciones?
“Un correctivo, sirve en la medida sirve si la persona asume su responsabilidad, acepte que ha cometido un error, se hace cargo de lo que generó y se predispone a que no vuelva a suceder. Pero para quienes no asumen tal cosa, no sirve. Las personas somos facilitadoras de procesos e interacciones y al mismo tiempo nos podemos ubicar como obstaculizadores de determinadas situaciones. Aquí es aplicable un concepto clave en el comportamiento de las personas, que es el de la anomia, que posiciona estas situaciones en las que las personas participan, y que originan que los vínculos sociales se van debilitando y la sociedad va perdiendo fuerza para regular e integrar esas normas de manera adecuada”.