ZOOM EXCLUSIVO CON EL LIBERAL

Néstor Garnica reveló a EL LIBERAL por qué, en el año 2000, dejó la carrera de Músico Profesional Clásico

Problemas en los tendones, por sobre exigencias cuando estuvo en Europa, frustró uno de sus grandes sueños. Superado el problema, de a poco, va retomando el camino. “Criollo”, su nueva producción, revela esta etapa donde lo clásico convive con lo folclórico.

Néstor Garnica confiesa que ha vivido plenamente. El violinista santiagueño ya transita veinte años de camino recorrido con la música. Solo o acompañando a grandes figuras, entre ellos Los Manseros Santiagueños, ha construido una carrera formidable que hoy comparte con su hija Malena en la gira nacional para presentar “Criollo”, su nueva producción en la que, al ritmo de chacarera y carnavalito, ejecuta piezas del compositor italiano Antonio Vivaldi y de Wolfgang Amadeus Mozart.

“Con todo respeto. Está todo muy bien estudiado. Nos atrevemos porque llevo años tocando música clásica. Sé lo que hago. No me voy a tirar a la pileta sin saber nadar”, resaltó Néstor, al referirse a esta traslación de ritmos que realiza, en un zoom con EL LIBERAL previo al concierto que brindará, este 23 de abril, en Las Termas de Río Hondo.

Al mismo tiempo, reveló los motivos por los que dejó, en el año 2000, la carrera de músico profesional clásico. Problemas en los tendones, por sobre exigencias cuando estuvo trabajando en Europa. Hoy, con el problema superado, reemprendió el camino.

Orgulloso por todo lo realizado, confiesa que ha vivido. “Soy padre de tres hijos, uno está en camino. Hay una familia que mantener. Por suerte, puedo decir que el violín me ayuda a criar a mis hijos y a mantener toda una familia”, contó el violinista nacido en La Banda.




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