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Hipertensión ocular, qué precauciones tomar

Por el Dr. Ricardo Passone. Sociedad de Oftalmología Santiago del Estero.

Hasta nuestros consultorios llegan permanentemente las consultas relacionadas con la hipertensión ocular, la que ocurre cuando la presión del interior del ojo (presión intraocular) es más alta de lo normal.

Dicha presión se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se considera normal cuando es menor de 21mm Hg, destacando un dato no menor como lo es de que la presión intraocular se incrementa con la edad.

La hipertensión ocular y el glaucoma no son lo mismo, aunque también esté causado por una presión intraocular alta.

Las personas que tienen hipertensión ocular, tienen el nervio óptico aparentemente normal, sin señales de glaucoma al examinarlo con visión lateral (periférica).

No obstante, los pacientes de hipertensión ocular son sospechosos de glaucoma, por lo que deben ser evaluados frecuentemente para descartarlo.


Síntomas

La hipertensión ocular no se manifiesta con ningún síntoma específico, cosa que hace imposible que un paciente lo detecte. La única manera de diagnosticar la hipertensión ocular es mediante una revisión ocular, en que el oftalmólogo emplea un tonómetro para medir la presión ocular.

Si ésta se muestra elevada en dos ocasiones, se diagnosticará, probablemente, la presencia de hipertensión ocular.

En algunas raras ocasiones se detectan algunos síntomas que pueden ser identificados como de presión intraocular alta, por ejemplo, cuando existe dificultad para enfocar las imágenes y hay dolor intenso en los ojos, náuseas y vómitos, allí hay que focalizar la atención y acudir de inmediato al oculista.

Esto ocurre debido a la muerte de las células del nervio óptico, pudiendo inclusive llegar a causar ceguera si no se trata desde el inicio, cuando surgen los primeros síntomas.

Si la persona manifiesta estos síntomas se puede concluir que existe la presencia de glaucoma. Sin embargo, los síntomas difieren un poco dependiendo del tipo de glaucoma que se presente y los que son más comunes raramente causan estos efectos.


Causas

La causa principal de la hipertensión ocular es un drenaje insuficiente del humor acuoso. Esto significa que entra demasiado líquido en el ojo, el que no se consigue drenar, produciendo un aumento de la presión en el interior.

Otras causas manifiestas son los antecedentes familiares de hipertensión ocular, las personas con miopía o las personas que sufren diabetes.



Las drogas y sus interacciones

Ciertos medicamentos pueden tener como efecto secundario la hipertensión ocular en ciertas personas. Los medicamentos esteroides utilizados para tratar el asma y otras afecciones han demostrado que aumentan el riesgo de hipertensión ocular.

Incluso las gotas oculares con esteroides utilizadas tras la cirugía con la técnica Lasik y otras cirugías refractivas pueden causar presión ocular elevada en personas susceptibles.

Si le han recetado esteroides por cualquier motivo, consulte con su oftalmólogo para ver la frecuencia con la que le deben revisar su presión ocular. Trauma ocular Una lesión en el ojo puede afectar el balance de producción del humor acuoso y el drenaje fuera del ojo, lo que podría provocar también hipertensión ocular.

A veces, puede ocurrir meses o años después de una lesión. Durante sus exámenes de la vista de rutina, asegúrese de mencionarle a su doctor si usted ha tenido algún trauma ocular, ya sea recientemente o en el pasado.


Otras enfermedades oculares

La hiper tensión ocular se ha asociado con otras enfermedades oculares, entre ellas, el síndrome pseudoexfoliativo, síndrome de dispersión pigmentaria y el arco corneal. Si usted tiene cualquiera de estas afecciones, el oculista le recomendará exámenes de la vista y mediciones de la presión ocular más frecuentemente.

Además, la edad y los antecedentes familiares juegan un papel importante en el riesgo de padecer hipertensión ocular y glaucoma. Aunque cualquier persona puede desarrollar presión ocular elevada, las personas mayores de 40 años de edad y aquellas que tienen antecedentes familiares de hipertensión ocular o glaucoma están en mayor riesgo.

Según los investigadores, aquellas personas con mediciones del espesor corneal central más delgado de lo normal también pueden estar en mayor riesgo de desarrollar hipertensión ocular y glaucoma.



RECOMENDACIONES

La mejor manera de prevenir es la rápida consulta con el oftalmólogo

Desde la Sociedad de Oftalmología de Santiago del Estero podemos asegurar que la única forma de prevenir la hipertensión ocular es realizando controles rutinarios con el oftalmólogo, para que valore todos los parámetros oculares necesarios. El diagnóstico precoz es muy importante para que la hipertensión ocular no produzca daño en el nervio óptico ni pérdida de visión.

En función de qué tan elevada esté la presión, es posible que el oftalmólogo no aplique un tratamiento inmediatamente, sino que haga exámenes frecuentes para controlar la presión. Si lo recomienda, indicará remedios para reducir la presión intraocular, como gotas.

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