EL PELIGRO QUE RESURGE EN LA ÉPOCA DE FRÍO

Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables

El riesgo por intoxicación, que se produce debido al mal funcionamiento de estufas, chimeneas, reaparece en esta época.

Con los fríos del otoño y la llegada de la época invernal, se intensifican las consultas por patologías respiratorias y lamentablemente crece el número de fallecidos a causa de intoxicación por monóxido de carbono. Para lo cual, se considera sumamente indispensable advertir sobre los peligros de este enemigo silencioso que pasa desapercibido, ya que es inodoro, incoloro, no tiene sabor y tampoco irrita los ojos ni la nariz.

 

El monóxido de carbono (CO) es una sustancia tóxica, un gas venenoso que se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gasoil y nafta, está presente en el humo expulsado por automotores y camiones, candelabros, estufas, cocinas y sistemas de calefacción que no funcionan de manera adecuada o cuya ventilación se encuentra bloqueada, lo cual puede llevar a la acumulación de este tóxico.

 

"Al ser tan imperceptible, es necesario tomar medidas preventivas. El monóxido ingresa al cuerpo a través de la respiración y va reemplazando al oxígeno en el torrente sanguíneo, provocando la hipoxia (disminución en la cantidad de oxígeno) de los tejidos, lo que conlleva al sufrimiento de distintos órganos, principalmente el corazón y el cerebro", comenta Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc.


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