JUICIO ABREVIADO UNIPERSONAL

Condenado por matar, la Corte lo liberó, volvió a asesinar y ahora le fijaron 24 años de prisión

Un enfermero fue condenado a 24 años de prisión, al haberse unificado dos historias de terror: asesinó a la hija de su hermano, fue a prisión, lo liberó la Corte Suprema de Justicia y volvió a asesinar, esta vez a la esposa de su sobrino y frente a sus hijos pequeños.

El protagonista es Segundo Leonardo Catán, oriundo de Quimilioj, Figueroa. El 3 de septiembre de 2003 estranguló a D.V.C., de 13 años, también en Quimilioj.

En 2005, la Cámara de Juicio Oral en lo Criminal y Correccional de Segunda Nominación lo condenó a 13 años de prisión por el asesinato y la violación de la joven.

Sin embargo, la causa llegó a la Corte Suprema y el 19 de mayo de 2010 se dictó la nulidad de veredicto, al juzgar el máximo órgano judicial del país que el tribunal estuvo mal constituido.

En diciembre del 2010 Catán recuperó la libertad. El 19 de octubre del 2013, cual Deja vu, volvió a segar la vida de una mujer. Esta vez la víctima fue otra sobrina, también en Quimilioj. Horror II Ermelinda Celestina Díaz, de 19 años, (“China”) su sobrina política, había arribado de Buenos Aires días previos a la tragedia. Quería asistir al nacimiento de su sobrino, hijo de su hermana. Se alojó en casa de su madre.

El día del horror, Catán arribó a la vivienda y se llevó a Ermelinda y sus hijos en moto. En su casa la habría abusado y apuñalado delante de sus dos hijos de 3 años y 18 meses. Al parecer, años atrás la víctima vivió tres años en la casa del homicida. Horas después de la ausencia, los familiares de Ermelinda salieron a buscarla y la hallaron ensangrentada y tirada en el piso de la casa de Catán. Tenía el pantalón bajo y varias heridas cortantes. Junto al cuerpo, sus hijos lloraban aterrados.

El 22 de junio del 2017, otro tribunal condenó a Catán a 12 años de cárcel por “homicidio simple”. En los alegatos, la fiscal Gabriela Gauna abogó por una condena de 14 años para Catán.

A su vez, la defensora oficial, Eva Valev, instó a la mínima de homicidio simple, es decir 8 años. Catán fue reintegrado a las rejas, pero la Justicia dejó abierta la concreción del primer juicio y cinco años después un tribunal unipersonal retornó a los tribunales a Catán, con más años, más arrugas, pero con la “deuda intacta” por ser cobrada.

Las deudas se pagan con más años y más arrugas
Ahora, el vocal Luis Achával presidió un juicio abreviado y unipersonal, La Fiscalía estuvo repre- sentada por Álvaro Can- tos yla defensora oficia, Adriana Bóboll, asistió a Catán,
Según los investiga- dores, la contundencia de las pruebas fue tal que la defensa no quiso exponer al enfermero a una pena que podría ha- ber bordeado los 25 años de cárcel.
Desde osa realidad inuida, Fiscalía y defen- sa acordaron en la aper- tura del debate oral la concreción de un julcio abreviado, cuyo requist- to Indispensable es la declaración de culpabil- dad, trascendó.
Así, Catán recibió una pena unificada de 24 aos de prisión, Para la matemática, ésta sería contabilizada desde el
momento en que el pre- sidiario enfrentó su se- ndo proceso, es decir al caer preso en el año 2013 por el brutal asesi- nato de Ermelinda Ce- lestina Díaz (“China”).
Los oficiales de la policía señalaron que el sujeto no dejó traslucir sorpresa e impacto al- uno, ya que subyacia un gesto de cuasi resignar ción. Vale destacar que se encuentra privado de la libertad hace nueve aos.
Su defensa estaría habilitada a requerir la salida transitoria cuando, camplala mitad dela pe- na fijada. A su vez, po- dría requerir la libertad condicional, al cumplir las 28 parte de la misma. Elo, siempre y cuando la matemática esté respal- dada por informes favo- rables de autoridades
carcelaria y psicólogos.

Las deudas se pagan con más años y más arrugas

Ahora, el vocal Luis Achával presidió un juicio abreviado y unipersonal, La Fiscalía estuvo representada por Álvaro Cantos y la defensora oficia, Adriana Bóboll, asistió a Catán.

Según los investigadores, la contundencia de las pruebas fue tal que la defensa no quiso exponer al enfermero a una pena que podría haber bordeado los 25 años de cárcel.

Desde esa realidad intuida, Fiscalía y defensa acordaron en la apertura del debate oral la concreción de un juicio abreviado, cuyo requisito Indispensable es la declaración de culpabilidad, trascendió.

Así, Catán recibió una pena unificada de 24 años de prisión, Para la matemática, ésta sería contabilizada desde el momento en que el presidiario enfrentó su sendo proceso, es decir al caer preso en el año 2013 por el brutal asesinato de Ermelinda Celestina Díaz (“China”).

Los oficiales de la policía señalaron que el sujeto no dejó traslucir sorpresa e impacto al uno, ya que subyacía un gesto de cuasi resignación. Vale destacar que se encuentra privado de la libertad hace nueve años.

Su defensa estaría habilitada a requerir la salida transitoria cuando, cumpla la mitad de la pena fijada. A su vez, podría requerir la libertad condicional, al cumplir las 28 parte de la misma. Elo, siempre y cuando la matemática esté respaldada por informes favorables de autoridades carcelarias y psicólogos.

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