ACLAMADA SERIE

“Westworld”: la relación entre tecnología y humanidad

“Westworld”, la aclamada serie de ciencia ficción creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy que sigue el despertar a la conciencia y la rebelión de sofisticados robots humanoides contra sus creadores, estrenó su cuarta temporada en la señal premium HBO y la plataforma HBO Max para estirar un poco más lo imaginable sobre la convivencia entre la inteligencia artificial y la humanidad.

“¿Los anfitriones siguen existiendo? ¿Van a poder encontrar la forma de encajar en la sociedad y convivir con los humanos? ¿O este ciclo de violencia va a empezar una vez más?”, planteó Lisa Joy en diálogo con Télam y otros medios internacionales, en relación al camino que seguirá esta nueva entrega de ocho episodios que llega dos años después de su antecesora.

Es que para esta temporada, titulada “Adaptarse o morir”, la dupla y matrimonio de guionistas practica una suerte de retorno invertido a los inicios de la premiada producción, cuando en 2016 las audiencias vieron por primera vez esta traducción al formato televisivo de la película del mismo nombre dirigida por el estadounidense Michael Crichton en 1973.

Allí la historia introdujo a su protagonista indiscutida, Dolores Abernathy, la más longeva de los androides del parque de diversiones del título. Inocente, dulce y manipulable, Evan Rachel Wood interpretaba el rol de la hija de un ranchero en el Lejano Oeste que, poco a poco, comienza a transitar un laberinto mental que la vuelve consciente de sí misma y de la realidad. Y que, tres entregas más tarde, la encuentra en un similar punto de partida.

Tiempo atrás, Dolores inició la revolución en el violento Westworld, donde los suyos eran abusados de todas las formas posible por millonarios con sed de descarga, para luego destruir a los responsables de Delos, la corporación detrás del parque y sus experimentos tecnológicos. Esta vez pasaron siete años de su última aparición, cuando consiguió desbaratar el megasistema de inteligencia artificial Rehoboam, capaz de controlar el presente y determinar el futuro de las personas.

“Westworld” siempre supo jugar con la cabeza de sus audiencias, y fue en ese momento cuando al trasfondo filosófico y ético de la narrativa y a los extraños saltos temporales se le sumó una compleja trama de personalidades y personajes intercambiados y duplicados en un escenario futurista y con más acción y engaño que nunca.

De todos modos, Joy señaló que aunque sabe que la serie “a veces es retorcida”, ese nunca fue su objetivo. “Es algo que surgió orgánicamente desde su concepción, en la primera temporada traté de imaginar cómo sería ser un anfitrión (como se denominaban a los robots en el parque) que cree completamente que su realidad es la verdad, imaginar la increíble injusticia de que borren tu memoria una y otra vez, pero también imaginar la habilidad de recuperar esas memorias”, dijo.

Ahora, quien alguna vez fue la independizada Dolores vive bajo el nombre de Charlotte, una introvertida joven que trabaja para una compañía escribiendo guiones para historias de personajes de videojuegos. Su monótona cotidianidad contrasta de lleno con el último panorama de la serie, que finalizó con el eje puesto en el libre albedrío luego de que esta máquina destruyera a otra máquina para liberar a la humanidad y permitirle coexistir con los androides en igualdad de condiciones.

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