REPERCUSIONES

Analistas indican lo que puede venir, los peligros que acechan y las necesidades urgentes

Por José Aranda - De la Redacción de EL LIBERAL.

La renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán a ese cargo, sembró de preocupación e incertidumbre el escenario económico, político y financiero que atraviesa un progresivo y acelerado deterioro durante las últimas semanas, con una serie de problemas sin resolver como la falta de gasoil, la inflación creciente, la deuda en pesos y la inestabilidad del tipo de cambio que alcanzó valores récord esta semana.

A los problemas económicos se agregaron, además, con mayor virulencia los pedidos desde el sector kirchnerista del mismo gobierno de la renuncia del ministro a quien el presidente Alberto Fernández buscó respaldar durante sus últimas apariciones públicas.

Antes ya habían sido desplazados Cafiero de su rol de jefe de Gabinete aunque sigue dentro del Gobierno como canciller y hace días, Matías Kulfas del área de Producción, quien fue eyectado del Gobierno.

Ahora, Guzmán. El escenario político y económico cruje. Quedan 16 meses por delante hasta la próxima elección presidencial en la Argentina, pero con una crisis que desde el seno de la coalición gobernante avanza a una velocidad inusitada y que se va retroalimentando por las acciones de los mismos protagonistas del Gobierno central.

Mientras tanto, el día a día de los argentinos se va sumiendo en un creciente deterioro de las condiciones de vida.

Buscan cada vez con mayor dificultad el cómo estirar los pesos para llegar a fin de mes, cómo tratar de resguardarse de la caída en la pobreza o cómo hacer para conseguir un poco más de gasoil que permita seguir trabajando, llevando a la gente a sus trabajos, levantar una cosecha o cómo sobrevivir en el caso de las empresas a la situación asfixiante de impuestos que caen cada fin de mes.

En este escenario de crisis que, lamentablemente de a ratos pareciera ser permanente, en el Gobierno central siguen peléandose, demorando soluciones y sembrando más incertidumbre, como si ya la gente no tuviera suficiente.

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