Es común la tos en el invierno, pero ¿por qué se produce?
La tos es la manera que tiene el organismo de responder cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias.
El agente irritante estimula los nervios que envían un mensaje al cerebro. Luego, el cerebro les indica a los músculos del pecho y el abdomen que liberen el aire de los pulmones para generar una corriente que expulse al agente irritante.
“Si bien es normal que las personas tosan de vez en cuando, en algunos casos la tos puede ser un síntoma de una enfermedad o patología, por lo cual resulta importante reparar en ella”, explica la Dra. Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc.
Toser puede ser útil, ya que libera los pulmones de irritantes y excesiva mucosidad. También puede ayudar a eliminar los gérmenes de los pulmones y evitar la infección.
El Haj explica que es necesario realizar una consulta con un médico especialista cuando: existen problemas para respirar o la respiración es ruidosa; además de la tos, se detectan ronchas o hinchazón en la cara o piernas; la garganta se siente inflamada y genera dificultad para tragar; la tos empeora al acostarse o dura más de diez días; la persona estuvo en contacto con alguien con tuberculosis o coronavirus; aparece sangre, o flema al toser; la tos es tan intensa que genera vómitos; y se detecta fiebre.
Es conveniente distinguir entre la tos seca que no contiene flema de variada etiología, de la tos húmeda o productiva que sí contiene moco o flema y suele ser causada por virus y bacterias. La tos puede ser aguda o crónica. Mientras que la tos aguda comienza súbitamente, se adquiere por un resfriado o una gripe y no suele durar más de 2 o 3 semanas, la tos crónica puede persistir durante un plazo más largo.
El asma, las al e rgias, Epoc, las infecciones en las vías respiratorias o en los pulmones, el consumo de cigarrillo o tabaquismo pasivo, y algunas medicinas suelen ser las causas más comunes de la tos.