DEPARTAMENTO BELGRANO

Cordobés abusó de joven madre en un hotel de Bandera y luego huyó descalzo

El depravado entró a la habitación de ella, la manoseó mientras su hijo de 5 años, dormía en la cama de al lado. Fue identificado, ya está preso y tendría antecedentes. Fiscal dispuso asistencia médica por lesiones mutuas.

Una joven huésped de un hotel fue atacada sexualmente por otro pasajero ayer a la madrugada, el sujeto entró a la habitación de la víctima, armado con cuchillo, pero debido a la férrea resistencia de la mujer, el agresor debió huir y en el escape y perdió sus zapatillas.

Ese hecho facilitó que la policía lo aprehendiera. Todo sucedió en Bandera, departamento Belgrano.

La historia del abuso es investigada por personal de la Seccional Nº 21 y la fiscal, Alejandra Sobrero.

Tiene de protagonista a un individuo oriundo de la provincia de Córdoba, de 32 años, quien alquilaba una habitación desde marzo pasado.

En tanto, la damnificada es una joven (26) madre de un nene, e hija de un trabajador rural, que el viernes se ausentó por motivos de trabajo, señalaron los voceros.

En diálogo con la policía, la mujer reveló que desde hace dos semanas el individuo se tornó grotesco e insolente con ella, cuando al principio había mantenido un aparente propósito de “conquista”.

El viernes, sus compañeros de trabajo regresaron a Córdoba. A su vez, el padre de la joven viajó hacia el interior.

Esa noche, acompañada solo por su hijo, ella se fue a dormir. De madrugada, se despertó sobresaltada.

Abrió los ojos y encontró encima suyo al cordobés, armado con un cuchillo y con un barbijo negro cubriéndole una parte ínfima del rostro. ¿”Qué m... haces aquí?”, gritó la chica en ropa interior, pero al visitante poco y nada pareció importarle.

Tampoco se ruborizó que en la cama de al lado el hijo lo contemplara asombrado y sollozante. Lo que vino fue una tenaz lucha. Él, manoseándola, resuelto a inmovilizarla y accederla; en tanto, ella rasguñándolo y lanzándole golpes al rostro.

Fueron tan intensos los gritos y pedidos de ayuda que el degenerado dejó de lado su propósito y salió corriendo. Dentro de la habitación, la joven madre quedó paralizada, aterrada, y con su hijo sumido en llanto. En minutos, el hotel se pobló de policías y curiosos.

La joven fue calmada y así pudo proveer la identidad del invasor, a quien reconoció con facilidad.

A media mañana, los funcionarios golpearon la puerta de la pieza del cordobés y el acusado salió, descalzo. Buscó distraer la atención de los uniformados, pero igual diez minutos después subió al patrullero, imputado por “abuso sexual simple” y “lesiones”.


Pruebas médica, vitales

Sin perder tiempo, la fiscal Sobrero puso primera en la causa. Facultó a los policías a trabajar con médicos y asistir a la joven por las lesiones sufridas. Del mismo modo, un galeno ya documentó algunas escoriaciones en el rostro y brazos del apresado.

El horizonte anoche se tornaba gris para el cordobés, ya que en las últimas horas arribaron informes de la policía en “La Docta”.

En su prontuario enfrenta ya otros procesos por “robo calificado” y “violencia de género”, se supo.

Puesto en perspectiva, en la ecuación judicial “foráneo más falta de arraigo” el resultante sería no a cualquier requerimiento de excarcelación, aún tratándose de un delito que lo permitiría, aventuraron al cierre los especialistas.


Cámaras de seguridad, vitales para el proceso

Alejandra Sobrero recurrirá también a varias cámaras de seguridad. Una de ellas tendría filmado al cordobés, mientras jugaba al fútbol.

Allí llevaba puestas las zapatillas que la víctima de abuso entregó a los policías. Con el mismo ímpetu y envión, los policías ayer trabajaron en testimoniales y ahora van por un riguroso informe socioambiental entre vecinos y otros huéspedes. Por su parte, en la semana que comienza la fiscal irá por la conversión de aprehensión en detención.

La audiencia se concretaría antes del jueves, presidida por el juez Álvaro Mansilla. Será decisivo el relato de la joven, quien aseguró que el cordobés es la misma persona que venía propasándose y llegó al extremo en el amanecer de la víspera.

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