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Valentina Largo

Un té por favor

Deja de esconder la plata del vuelto total ya sabemos que vas a gastarla en algún papelillo changuita, negrita deja de tomarte las flores de bach como agua no te va sanar esa cabeza cubierta por montones de escombros de ladrillos grises no juntes más los frascos que sobresalen de la alacena a la que le pegaste fotos sacadas de revistas porque te incomodaba lo blanco y frío que podría ser nunca le escribas nunca más dejes apretar tu cabeza de india negra orgullosa al sinvergüenza que la uso de posa vasos dejá de usar el olvido como una herramienta capaz de ocupar tu tiempo ese que usas solo para leer un libro o mirar las redes ¿te acuerdas de aquel verano traidor? cuando me dejaste el par de masitas y los sahumerios de regalo y cuando esperábamos que el sol baje cuando hablamos de las injusticias en los barrios y el gatillo fácil las horas que pasas pensado que a tu vida la estás usando en tu mejor idea de estos últimos años y así todo lo que lleva a esa realidad tus manos de india que tocan su cara y tu cara de india tonocotés del monte del sueño de los amores lejanos negrita con flequillo de india mágica y solitaria mira hoy para otro lado imaginate quién sos quiénes son y cómo habitar este universo como escalofríos en los pelos.

Una revolución que nos salve.

En cuanto a nuestra Revolución diré que es tomando las armas sin dudar un segundo diré que mi armas las guardo bajo el lago el que te llevé a caminar una tarde del corto invierno mi fusil esconde mi bronca la guerrilla es mi propia verdad me digo de sostener este ser irreverente.

Querido, me está pasando factura el cuerpo esta Revolución que parece palpar las internas del PJ con nuestra revolución de izquierda y nuestras roscas pausadas en la nada la de nuestros amores pasados nuestros ascendentes hasta los desentiendes.

Me iré afiliando a la manera de tocar que tienes con tu voz fuerte que perdura en mí el círculo vicioso de pensarnos haciendo revolución por el gatillo que quiero disparar los ojos que no quieren mirar las caras tapadas las internas las roscas infinitas las noches que no descansamos ni buscamos descansar.


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