Bº JARDÍN, LOS JURÍES

Desarticulan banda narco que usaba un quiosco de fachada para vender droga, a 30 m de una escuela

La Fiscalía y fuerzas policiales coordinaron el gran golpe y las redadas masivas se realizaron bien temprano. Hay cinco presos y un prófugo.

Cinco individuos han sido apresados ayer en Los Juríes, departamento General Taboada, durante sorpresivas redadas que “tumbaron” la venta delibery de cocaína y marihuana en un quiosco del Bº Jardín, a escasos metros de una escuela.

“Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en perjuicio de la salud pública” son los cargos enrostrados por los fiscales Alejandra Sobrero y Santiago Bridoux a seis sujetos, uno de los cuales logró burlar el cerco policial, al ser madrugado después de las siete de la mañana.

Pese al hermetismo y veda verbal impuestos al proceso, trascendió que la denuncia fue refrendada el 17 de julio pasado y la fiscal Sobrero destinó sus energías en el solo propósito de munirse de pruebas sustanciosas.

A partir de entonces, la fuerza desplegó actividades investigativas no invasivas para contextualizar los hechos denunciados. Los efectivos incorporaron evidencias fotográficas, planimetrías y capturas de redes sociales, previo a cualquier operativo y/o detención.


Jueza y allanamientos

Así, en las últimas horas los funcionarios obtuvieron luz verde de la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami. Sin margen para la filtración, fueron coordinadas las redadas entre personal de Drogas Peligrosas de Añatuya, General Taboada, y sus pares de la ciudad Capital, se supo. Bien temprano, los funcionarios pegaron ayer el gran zarpazo en varias casas de calles 19, Eva Perón y Mitre.

Con las familias despertando sobresaltadas, reticentes en el proc e d i m i e n t o , l o s uniformados detuvieron a Miguel y Juan “Chavo” Díaz; se encontraría prófugo, Franco Díaz (“Pato”). También, cayeron Víctor y Maximiliano Pianetti (23) y Germán Maldonado. Un alto funcionario deslizó que la banda vendía drogas en un quiosco, de fachada. Pero, las entregas también eran consumadas mediante la modalidad de delivery en una moto Honda XR blanca, otra CG Titán negra y un automóvil Chevrolet Ónix blanco. Por si resultara insuficiente, la investigación habría determinado que la banda operaba a 30 metros de una escuela primaria y de un jardín de infantes, lo cual agravará aún más los cargos penales.


La tecnología, aliada

Sobrero se ha valido también de la tecnología. Por ejemplo, los expertos realizaron material fotográfico y establecieron ubicaciones geográficas con la aplicación Google Maps, capturas de imágenes de redes sociales y, a la vez, detallada cada jornada de la vigilancia. Finalmente, los policías secuestraron 28 envoltorios de cocaína (34 gramos), 7 de marihuana (20 gramos), elementos de corte, restos de cigarrillos caseros, nailon, ocho celulares, casi $ 96.000, un revólver 32 largo, una escopeta calibre 16, una bolsa con cartuchos y otros elementos. Le siguieron, dos automóviles y una motocicleta.



Celulares provocan pánico entre la selecta clientela

Sobrero y Bridoux dieron el primer golpe y están en condiciones de pegar por segunda vez. Con 15 días por delante, el objetivo inmediato sería interiorizarse del contenido de los celulares secuestrados.

Si su intuición no les es esquiva, los aparatos contendrían todas las operaciones del submundo narco, con clientes, pedidos, gustos, precios, etc.

Por ello, los fiscales ya apuran la marcha para que los investigadores efectúen las extracciones de datos. Mientras, los Díaz y compañía cruzan los dedos y sudan la gota gorda, ya que la exposición pública de ese secreto tan celosamente protegido puede mandarlos al encierro, por mucho tiempo, y al ostracismo en el mercado de selecta clientela.

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