CHARLA

"Coco" Oderigo, líder de Los Espartanos, estuvo en la ciudad de Añatuya

Es abogado y jugador de rugby que fundó un equipo de rugby integrado por personas detenidas en las unidades carcelarias.

Eduardo Oderigo estuvo el fin de semana próximo pasado en la "Capital de la Tradición", donde brindó una charla a los integrantes de la fundación Haciendo Camino.

El profesional jugó al rugby en el San Isidro Club desde los 9 hasta los 35 años. En el 2004 su vida dio un giro: conoció el Penal 48 de San Martín. La realidad que vio le impactó tanto que se comprometió a enseñar a jugar a los internos su deporte preferido: el rugby. Desde el mes de marzo del año 2009 entrena a "Los Espartanos", un equipo de rugby integrado por personas privadas de su libertad.

"Coco" decidió crear un equipo de rugby integrado por presos, con el propósito de reducir los índices de reincidencia. Elogiada por el papa Francisco, la idea se convirtió en un proyecto exitoso que se expande por el país. En estos años, casi 600 personas privadas de su libertad pasaron por Los Espartanos. "Habrán salido en libertad 450 de los que vinieron con nosotros, pero volvieron sólo 6", detalló Coco.

En Los Espartanos la cifra de reincidencia no llega al 5%. ¿Qué significa? Hay casi 300 delitos menos: homicidios, robos con armas. Por lo general, cuando salen en libertad, vuelven por un delito igual o peor.

"Coco" Oderigo llegó a Añatuya para brindar una charla a las más de 150 personas de la Fundación Haciendo Camino y aconsejó: "Transformar, compartir, aprender del otro y ayudar a ser mejor nos libera".

"El deporte enseña que dentro de las reglas todo, y afuera hay que portarse bien; también cómo ser mejores y a canalizar miedos y frustraciones dentro de una cancha", destacó.

Se llaman a sí mismos Espartanos, como aquellos gladiadores aguerridos y valientes de la Antigua Grecia que se enfrentaban con los poderosos persas, sin importarles su inferioridad de condiciones.

En este caso, los Espartanos son los presos que se entrenan bajo el ojo atento de Oderigo y poco a poco se van redimiendo de sus pasadas oscuridades para reinsertarse algún día nuevamente en la sociedad.



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