Por los niños con autismo, y para prevenir lesiones, piden pirotecnia cero para esta noche
Las familias se encuentran en pleno preparativos para recibir el año nuevo esta noche, y el Ministerio de Salud de la Provincia emitió, a través de sus redes sociales, una serie de recomendaciones a tener en cuenta, con el objetivo de priorizar el bienestar de las personas con autismo, de los animales, y además de prevenir las innumerables asistencias que se deben realizar en salas de Urgencias de los centros de salud, a causa de la manipulación de pirotecnia.
"En estas fiestas, pirotecnia cero", piden desde la cartera sanitaria, al detallar que "cada año hay más de 1.000 heridos por accidentes en el uso de fuegos artificiales".
Y en su mensaje remarca: "Por ello, entre todos y todas, elijamos no hacer daño".
Mediante su campaña, el Ministerio de Salud explica que en el caso del uso de la pirotecnia, los más afectados son los bebés, adultos mayores, personas con discapacidad, niños con trastorno del espectro autista, y las mascotas.
En este sentido, detalla que anualmente, más de 1.000 personas son asistidas por la manipulación de explosivos de los cuales el 52 por ciento son niños.
Las lesiones más comunes suelen presentarse en los ojos. Las lesiones oculares leves generan erosiones o úlceras conjuntivales y quemaduras del párpado; mientras que las lesiones graves desembocan en daños o estallido del globo ocular, las cuales requieren cirugías, y en la mayoría de los casos dejan secuelas irreversibles en la visión.
Otras lesiones se producen en las manos. En este caso, si hay quemaduras hay que lavar la zona con agua fría y cubrirlas con gasas estériles o con telas limpias y húmedas.
Si la quemadura es en los dedos, separarlos con gasas húmedas antes de vendarlos.
Niños con autismo
Los niños con autismo son una de las principales víctimas pasivas de la pirotecnia, junto a los bebés, los adultos mayores y las mascotas.
En cada estruendo ellos sienten miedo, lo que los lleva a tener crisis de llanto y gritos; el ruido los lleva incluso a tomar una actitud agresiva como forma de manifestar la molestia; muchos se tapan los oídos y pueden llegar a autolesionarse. Además les genera un alto nivel de estrés y ansiedad que puede afectarles el sueño.