Crece la preocupación: los adolescentes no miden el peligro de la exposición virtual
Piden a los padres ser más cuidadosos, más observadores de lo que hacen y lo que le pasa a su hijo/a. Es uno de los pasos más importante para evitar estos hechos.
A menudo llegan padres a los consultorios de los psicólogos. Vienen con la preocupación que les genera la exposición de sus hijos mediante las redes sociales, los grupos de WhatsApp y otros medios virtuales.
"Descubrí que comparten fotos inadecuadas con sus amigos". "Veo en sus redes imágenes con contenidos sugestivos". "Dialogan con sus amigos con un lenguaje que no es acorde a su edad". Estas son solo algunas de las inquietudes que desvelan a los adultos en estos días. Así lo sostiene la Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en Psicología Infantil, sobre las consultas frecuentes que se reciben, y considera que "los adolescentes no asumen los riesgos que implica esa exposición".
"La tecnología es algo que cada vez más se instala entre los adolescentes. Es a la población que más afecta. Esto va creciendo, los casos se van multiplicando, y si bien no hay estadísticas fehacientes, se nota que es cada vez más la necesidad de exponerse que tiene el adolescente. No sabe separar lo público de lo privado, qué se debe mostrar y qué no. El adolescente tiende a creer que todo lo puede, que no le pasará nada", advierte la especialista sobre la situación "peligrosa" en la que hoy se encuentra involucrada la mayoría de los chicos, entre los 11 y 20 años.
Sanguedolce considera que si bien lo hacen conscientes del acto en sí, desconocen por completo los peligros que esto representa, desde la publicación desmedida en las redes, a compartir imágenes prohibidas por celulares.
"Los adolescentes no asumen los riesgos que implica la exposición. Muchos no conocen los peligros que hay en las redes. Debe ser el entorno adulto el que tiene que advertir, indicarles lo que no se puede. Es importante poner límites. Los adolescentes necesitan el límite con el uso de las computadoras, los celulares y las redes sociales en sí. Lamentablemente, vemos que muchos adolescentes no tienen ese límite, que no pueden medirse y ahí está la dificultad: en no medir las consecuencias que acarrean con sus publicaciones. A esto se suma la cuestión de exponerse", sostuvo.
Y reconoce que los chicos "están atravesados por lo que pasa en la sociedad y esto hace que se intensifique el peligro".
Cómo se encara este tipo de situaciones
La Lic. Rosario Sanguedolce considera que "lo más importante tiene que ver con la contención del hogar, los padres deben saber que los chicos tienen este tipo de conducta porque algo está fallando, entonces hay que ser más cuidadosos, más observadores, ver con quién se junta, si cuando vuelve está bien o mal, si lo nota depresivo o triste, o muy eufórico. Se debe observar al hijo o hija adolescente, tratar de controlar, pero sin que adviertan que están siendo controlados, porque también el control excesivo es contraproducente. Los padres tienen que tener todavía un cierto control, saber qué está pasando y por ahí también hay que interesarse, porque muchas veces las conductas adolescentes no son entendidas por los padres, entonces se genera un conflicto, se crean tensiones y malentendidos".
Hoy, el adolescente tiene como lema: "hacerse ver, mostrarse"
Cuál es el detonante del accionar de los jóvenes. Qué pretenden. Son algunos de los interrogatorios que surgen en torno de esta realidad.
"Hoy el tema de la adolescencia está muy expuesto, es como que el adolescente tiene como lema que tiene que hacerse ver, se tiene que mostrar y siempre la cuestión física, a través de fotos, a través de videos (…) El adolescente necesita ser parte de un grupo, necesita identificarse, mostrarse, necesita tener una identidad. Lo que pasa es que hoy en día en la sociedad están mostrando modelos en los cuales identificarse que no siempre hacen bien", explica la Lic. Rosario Sanguedolce.