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Francisco, el "Papa futbolero"

Jorge Bergoglio murió a los 88 años en la Ciudad del Vaticano. Marcó la iglesia católica con su fanatismo por el "Ciclón".

Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco tras su asunción en 2013, falleció este lunes a los 88 años en la Ciudad del Vaticano. El sumo pontífice marcó la historia de la Iglesia Católica al transformarse en el primer latinoamericano en ocupar ese lugar y por su fanatismo por el fútbol.

Desde su etapa como Cardenal, siempre exhibió públicamente su fanatismo por San Lorenzo de Almagro, algo que lo llevó a ser reconocido como el "Papa futbolero" en todo el mundo.

El Papa recibió la Copa Libertadores, celebró misas en la capilla del club y siempre tuvo presente a su equipo en cada gesto de fe y humildad.

Desde aquel 14 de agosto de 2014, cuando San Lorenzo conquistó por primera vez la Copa Libertadores, el nombre de Francisco quedó unido para siempre a la historia del club.

Su presencia espiritual se sintió como un amuleto divino en aquel partido decisivo frente a Nacional, donde el equipo logró revertir el resultado y alzarse con el trofeo más importante de su historia.

"Habría que preguntarle a Francisco", se decía entre los hinchas, convencidos de que la bendición papal jugaba a su favor.

Jorge Bergoglio, "cuervo" desde 1946, conoció la pasión por el fútbol de la mano del legendario equipo de René Pontoni, Rinaldo Martino y Oscar Silva.

Su amor por San Lorenzo iba más allá de la cancha: celebró misas en la capilla del club, en la Villa Olímpica y en el oratorio de San Antonio, lugar fundacional de la institución.

Su fe y su fanatismo se entrelazaban en cada gesto, en cada palabra, en cada sonrisa al recibir camisetas y recuerdos de su equipo.

Durante su papado, Francisco fue un referente no solo espiritual, sino también futbolístico. Se reunió con jugadores, dirigentes y leyendas del deporte, desde Lionel Messi hasta Gianluigi Buffon, pasando por Javier Zanetti y Joseph Blatter.

Pero las visitas más especiales eran las de los históricos de San Lorenzo, quienes le hicieron llegar una casaca con la inscripción "Francisco Campeón" tras la gloria continental de 2014.

Su legado trasciende la fe y el fútbol. Su amor por San Lorenzo, su humildad y su carisma lo convirtieron en un hincha inmortal.

Hoy, San Lorenzo llora su partida, pero también lo celebra como parte de su historia. Desde el cielo, seguro seguirá alentando a su querido equipo, con la misma pasión que lo acompañó durante toda su vida.                    

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