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"Apoplejía cerebral", la causa de muerte del Papa: de qué se trata

"Apoplejía cerebral", la causa de muerte del Papa: de qué se trata

El Sumo Pontífice falleció a los 88 años en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano. 

El papa Francisco falleció a las 7:35 del lunes 21 de abril de 2025 en su residencia de la Domus Santa Marta, en el Vaticano, a la edad de 88 años. La confirmación oficial fue emitida por el doctor Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Según el informe médico, Jorge Mario Bergoglio murió a causa de una apoplejía cerebral (ictus) y un colapso cardiovascular irreversible, en el contexto de un coma profundo. El documento también detalla que el Papa sufría de enfermedades crónicas severas, incluyendo hipertensión arterial, diabetes tipo II, bronquiectasias múltiples y un episodio previo de insuficiencia respiratoria aguda por neumonía multimicrobiana bilateral.

La muerte fue certificada mediante un registro electrocardioanatómico, que confirmó el cese total de la actividad cardíaca.

Qué es una apoplejía cerebral

Una apoplejía cerebral, o ictus, ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe, provocando la muerte de células cerebrales. Esto puede ser causado por una obstrucción (isquemia) o por una hemorragia. El doctor Pedro Lylyk (MN 44.976), presidente de la Fundación Argentina Contra el Ataque Cerebral, explicó que la hipertensión arterial y la diabetes son factores de riesgo conocidos, y que en adultos mayores con múltiples comorbilidades, como era el caso del Papa Francisco, estos eventos pueden ocurrir súbitamente y tener consecuencias fatales.

Especialistas argentinos también advierten sobre la posibilidad de que el fallecimiento del Papa haya sido precedido por infartos cerebrales silenciosos, lesiones neurológicas menos visibles pero igualmente peligrosas. El doctor Fernando Knezevich (MN 40.461), neurocirujano y expresidente de la Asociación Argentina de Neurocirugía, señaló que el deterioro cerebral silencioso es común en adultos mayores con enfermedades crónicas y que estos infartos de pequeño calibre, al no ser detectados clínicamente, pueden derivar en apoplejías masivas, informó el sitio Todo Noticias.

Estos infartos cerebrales silenciosos no siempre provocan síntomas evidentes, afectando áreas del cerebro relacionadas con la memoria, el equilibrio o la atención. Al pasar desapercibidos, pueden acumularse y desencadenar deterioro cognitivo, demencia o un colapso neurológico grave. El doctor Lylyk descartó la posibilidad de que el Papa haya sufrido durante el episodio, debido a la rapidez con que se presentó el cuadro y el ingreso inmediato en coma.

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