Atrapantes historias de amor y segundas oportunidades
Actores turcos analizaron, para EL LIBERAL, el fenómeno de sus novelas en América Latina
En Latinoamérica las novelas turcas tienen una extraordinaria aceptación. Argentina es un país en el que estos culebrones ganan terreno día a día. Desde que se estrenó "Las mil y una noches" hasta la actualidad, las telenovelas de Turquía no han dejado de fascinar a los argentinos, en general, y a los santiagueños en particular.
Halit Ergenç Bergüzar Korel, quienes se pusieron en la piel de Onur y y Sherezade, dieron el puntapié inicial en la Argentina para el fenómeno que sigue siendo hoy los melodramas turcos. Amor, traición y venganza, temas inherentes a la condición humana más allá de cualquier frontera, hicieron de estas novelas las preferidas.
En Santiago del Estero, a través de la pantalla de Canal 7, se emitieron los mayores éxitos turcos, incluyendo "Pasión prohibida" y "Amor a cualquier precio". Estas y otras producciones han marcado el camino y han signado el gusto de la gente, fascinada por las historias y, como un gran plus, por los paisajes de Turquía.
Estudios realizados permitieron establecer que las novelas turcas tienen una vital preferencia en América Latina, donde representan un tercio de las exportaciones de las "dizi", como se las denomina en Turquía, que representan no solo un éxito de audiencia sino también de enormes ingresos para la industria televisiva turca.
Estas series, que se transmiten en más de 170 países y alcanzan a 750 millones de espectadores, han ganado popularidad por sus historias emotivas, personajes cercanos y paisajes cautivadores. "La gran mentira", que el año pasado la emitió Telefe (Canal 7 Santiago del Estero), promete emocionar ahora que será emitida por Lifetime.
EL LIBERAL tuvo la oportunidad de entrevistar a sus protagonistas Hakan Y?lmaz y Pelin Öztekin, quienes analizaron este fenómeno que no cesa. La charla fue en el marco de la conferencia de prensa virtual, para los medios de prensa de América Latina, que realizaron Lifetime junto con Kanal D Drama.
- ¿Por qué crees que a la gente en América Latina y, en general, en el mundo entero, le gusta tanto el contenido turco?
HAKAN: Culturalmente, creo que nuestras historias a los latinos les parecen cercanas, no sé exactamente por qué, pero a nosotros también nos gustan las producciones de América Latina. También nos resultan muy cercanas. Supongo que reflejamos correctamente como somos y nuestra cultura, eso creo.
- ¿Cómo viven ustedes este fenómeno y qué les genera también a ustedes ser protagonistas de estas historias universales que definen el contenido de las novelas turcas?
PELIN: Sinceramente, que el fruto de nuestro trabajo tenga eco no solo dentro de las fronteras de nuestro país, sino también en América Latina, en Chile, en Argentina; que seamos queridos, que se identifiquen con la historia que contamos, que empaticen con ella, que la sigan y la disfruten todo eso nos alegra. Porque hacemos este trabajo para que alguien lo vea y le guste. Es un intercambio mutuo, un intercambio de emociones. Hay una empatía, hay un interés. Eso significa que estamos transmitiendo buenas emociones si se crea esta impresión y este vínculo con el público.
HAKAN: Al final, en esta serie y en la mayoría de nuestras obras estamos contando relaciones entre mujeres y hombres. Y no importa en qué parte del mundo estemos, ya sea hace cien años o dentro de cien años, las relaciones entre mujeres y hombres siempre serán un tema relevante. Es decir, las relaciones entre hombres y mujeres son historias que no envejecen, son historias universales, son globales, y si se cuentan desde el corazón, creo que siempre van a gustar. Y además creo que les agrada nuestro estilo narrativo porque les resulta cálido. Al final, estamos contando historias humanas, y en todo el mundo las historias son más o menos similares, solo que se cuentan de forma diferente. Los países latinoamericanos y los países mediterráneos como el nuestro tienen personas y estilos de vida muy parecidos, por eso nos resultamos simpáticos mutuamente.
- ¿Por qué crees tú que una historia de infidelidad ha sido también recibida en el mundo entero?
PELIN: ¿Quién no vivió algo así? Y esto no tiene que ver con los países, las razas, nada importa. Es una cuestión de personas. En una relación de hombre-mujer la infidelidad es algo común. Por eso, creo que esta es una historia muy sincera y con la que se puede empatizar fácilmente. Todos los que la vieron encontraron algo de sí mismos. O hasta trataron de averiguar en qué se equivocaron o se preguntaron si esto también me pasó a mí, pero creo que es una obra que tuve mucha respuesta de personas que me llamaron, amigos a mi alrededor que dijeron: "Yo viví eso", "Este episodio me describió completamente", "¿Cómo actuaron esa escena? ¿No te afectó emocionalmente?". Fue un trabajo que tuvo mucho impacto.
- ¿Cómo Turquía se asegura de seguir teniendo producciones atractivas para el mercado global?
PELIN: A medida que aumenta la variedad, es un poco más difícil enganchar a la gente con una sola serie. La variedad ya no está limitada a las fronteras nacionales, ahora puede alcanzar todos los países, tanto en el sector de las series como en el del cine. Claro que es difícil, cambia con el tiempo. A veces están de moda las comedias, a veces los dramas, las series oscuras, las históricas Todo eso cambia con el tiempo y con la agenda del momento. En estos días, creo que las producciones que pueden generar empatía con nuestros dolores actuales son más sólidas y duraderas.
HAKAN: Si mientras vemos una serie podemos olvidarnos de los problemas y tensiones del día y enfocarnos solo en esa historia, entonces se ha hecho un buen trabajo. Por supuesto que hay competencia. Todos quieren que su proyecto sea el más visto. Eso depende del guion, del equipo y de los actores. Aunque nuestras series son un poco largas, si durante esa hora pueden hacerte olvidar del mundo y llevarte a su propio universo, entonces creo ya se ha hecho un buen trabajo.