Gustavo Marangoni en LdO: analizó la economía, las elecciones y la indiferencia social
El analista político dijo en Libertad de Opinión que si al Gobierno, en octubre le va bien, algunas cosas habrá que resetear.
Este miércoles, el politólogo y economista Gustavo Marangoni fue entrevistado en Libertad de Opinión, donde desplegó un agudo análisis de la situación económica y política de la Argentina. En la oportunidad, expuso los desafíos del Gobierno Nacional ante una economía centrada en la relación peso-dólar, la urgencia de bajar la inflación y un escenario político de alta incertidumbre.
"No hay nada más político en la Argentina que la economía. Y no hay nada más político que la relación peso-dólar", afirmó. Según el licenciado, el Gobierno apunta a llegar a octubre con una inflación que arranque con 'uno', en un contexto de dólar barato y peso fuerte. Esta política, explicó, "baja temporalmente los precios, genera cierto alivio en algunos sectores sociales, pero a costa de la industria nacional, los productores locales y la actividad económica real". "La inflación baja al 2%, pero algunos sectores productivos están en terapia intensiva", alertó.
También cuestionó la sostenibilidad de esta estrategia, comparando la economía con una medicina: "Toda medicación tiene efectos secundarios. La economía puede mostrar beneficios rápidos, pero los perjuicios se manifiestan con mayor demora y podrían explotar luego de las elecciones".
Ante la paridad casi total entre el dólar oficial y el dólar blue, Marangoni remarcó que si bien los sectores financieros y los importadores festejan, los productores locales sufren, porque tienen costos laborales e impositivos en alza que no acompañan el abaratamiento del dólar.
"En la Argentina hay inflación en dólares. Los precios medidos en dólares aumentaron respecto al año pasado. Otros rifaron reservas, endeudaron al país o emitieron. Este Gobierno apuesta al ajuste fiscal, menor emisión y nuevo endeudamiento con organismos internacionales", planteó.
Asimismo, Marangoni se explayó: "El Gobierno prioriza su performance en las elecciones de octubre, dejando de lado las consecuencias de largo plazo. La economía real va a aparecer con su fuerza después. En Argentina todo gobierno arranca diciendo que recibió la peor herencia, y a los pocos meses ya dice que estamos bárbaros. El péndulo emocional nos impide una mirada más estructural", reflexionó.
También advirtió sobre el alto costo de nuevas deudas: "Emitieron un bono al 29% en pesos a 5 años. Si la inflación baja como quieren, esa deuda será muy gravosa en el futuro".
Desde lo político, Marangoni sostuvo que el oficialismo corre con ventaja por la fragmentación opositora. Aun con pocos votos, podría ganar la elección legislativa gracias a la baja cantidad de bancas que arriesga. En cuanto a la irrupción pública de Cristina Fernández de Kirchner el 25 de mayo, opinó que fue un mensaje lúcido, aunque con una contradicción: "El mensaje puede ser claro, pero si lo dan figuras con muchas cicatrices políticas, puede sonar poco creíble. La política puede trabajar con amor o con odio, pero no con indiferencia. Y hoy hay un 20% del electorado que ya ni vota", dijo.
Marangoni definió esa apatía como uno de los mayores desafíos actuales, no solo para el oficialismo, sino para todo el sistema democrático. "El gobierno nació prometiendo ser distinto. Pero la desilusión y el descreimiento les está pegando a todos: a los de antes y a los de ahora", puntualizó.