Degolló al "amigo" en madrugada de alcohol, quizá drogas, y en reducto abandonado del J. D. Perón
Bebían y quizá se drogaban. Y en un segundo, Gonzalo Vázquez segó la vida del amigo, Mauro Frías. Tan loco, como sangriento y letal. Muerte, detención y vecinos convulsionados.