Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Evangelio según san Mateo (20,20-28)

24/07/2018 22:27 El Evangelio
Escuchar:

Evangelio según san Mateo (20,20-28) Evangelio según san Mateo (20,20-28)

En aquel tiempo, se acercó a

Jesús la madre de los Zebedeos

con sus hijos y se postró

para hacerle una petición. él le

preguntó: “¿Qué deseas?”

Ella contestó: “Ordena que

estos dos hijos míos se sienten

en tu reino, uno a tu derecha

y el otro a tu izquierda”.

Pero Jesús replicó: “No

sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces

de beber el cáliz que yo

he de beber?”.

Contestaron: “Lo somos”.

él les dijo: “Mi cáliz lo beberéis;

pero el puesto a mi derecha

o a mi izquierda no me

toca a mí concederlo, es para

aquellos para quienes lo tiene

reservado mi Padre”.

Los otros diez, que lo habían

oído, se indignaron contra

los dos hermanos. Pero

Jesús, reuniéndolos, les dijo:

“Sabéis que los jefes de los

pueblos los tiranizan y que los

grandes los oprimen. No será

así entre vosotros: el que

quiera ser grande entre vosotros,

que sea vuestro servidor,

y el que quiera ser primero

entre vosotros, que sea

vuestro esclavo. Igual que el

Hijo del hombre no ha venido

para que le sirvan, sino para

servir y dar su vida en rescate

por muchos”.

Comentario

No recibimos la gracia de

Dios para engrandecimiento

personal, sino para dar servicio

a nuestros hermanos. Ser

los primeros del Reino significa

ser sus servidores. Esta

enseñanza tan primaria en el

evangelio de Jesús es la que

se nos narra en este evangelio

de Mateo, cuando la madre

de los Zebedeos pide para

sus hijos puestos de honor

en su Reino. Jesús lo deja absolutamente

claro para todos,

especialmente para sus

seguidores, los que han de

beber su mismo cáliz. ‘El que

quiera ser grande entre vosotros,

que sea vuestro servidor,

y el que quiera ser primero

entre vosotros, que sea

vuestro esclavo’. Es el significado

profundo del amor y

de la misericordia con los demás.

No sólo estar al servicio,

sino ser servidor hasta la

esclavitud, hasta la negación

de la propia vida en defensa

de la del amo. Es la radicalidad

de Jesús que los apóstoles

entendieron y predicaron

desde el principio. Una radicalidad

centrada en el ejemplo

de Jesús: ‘Igual que el Hijo

del hombre no ha venido

para que le sirvan sino para

servir y dar su vida en rescate

por muchos’. Jesús es

el ejemplo a seguir, su predicación

y su vida son las pautas

que los apóstoles personalizaron

y que a muchos les

llevó hasta el martirio. Santiago

constituye un aldabonazo

en nuestra conciencia

para renovar la valentía del

seguimiento en nuestras vidas.

Ninguna autoridad puede

distraeros de la realidad

de nuestro ser cristiano, de

nuestra identidad de hijos

de Dios y de nuestro propósito

de servicio a la comunidad

de seres humanos,

que son hermanos nuestros

en el Señor. Ese es el baremo

de fidelidad que Dios considera

para abrazarnos en su

Reino.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy