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EL LIBERAL . Puntos de Vista

“Fuimos diseñados para amar y ser amados, y es ahí donde está la felicidad"

25/11/2018 22:47 Puntos de Vista
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“Fuimos diseñados para amar y ser amados, y es ahí donde está la felicidad" “Fuimos diseñados para amar y ser amados, y es ahí donde está la felicidad"

Siempre que hacemos un balance, hay

que cerrarlo, es decir: no conseguí esto, pero

sí logré esto y lo otro, ese es el saldo por

el que debemos ir… lo que nos falta. Imaginemos

un escalador que le falta 500 metros

para llegar a la cima, puede pararse en los

500 que le faltan y decir no puedo más, es

difícil, no lo logré. La segunda opción es ver

los 1.000 que escaló y felicitarse, o la tercera

es, reconocer el logro y decirse que va por

los 500. Hacer un saldo negativo no es motivante.

Lo otro es aprender a administrar las

frustraciones. Nadie logró todo. No hubo

etapa ni hay en la vida nadie que tenga todo,

siempre nos faltó algo. Ahora, hay gente

que dice: este año no logré esto y aquello.

Entonces, la pregunta sería ¿qué se logró?

Y de allí surgirá que hay frustraciones

que podemos retomarlas. Por ejemplo, una

chica de 32 años dice: ‘Yo quería estudiar y

ya se me fue el cuarto de hora’. Falso. Hay

frustraciones, cosas que no logramos, que

con flexibilidad podemos hacerlas. Ahora,

hay situaciones que pasaron en el año, que

tal vez no las podamos reconvertir. Tenemos

que aceptarlas como parte de las frustraciones

que todos tenemos, y pensar inmediatamente

en lo que sí se logró.

Un punto muy importante es diversificar

la felicidad. Para cada uno, el concepto de

felicidad es distinto. Para el papá que tiene

un hijo enfermo felicidad es un buen diagnóstico;

para el que no tiene trabajo, felicidad es

conseguir un empleo, y para el que se va de

vacaciones, que no llueva. Entonces las definiciones

de felicidad son variables, son subjetivas

y cambian de una persona a la otra.

Es verdad también que la felicidad tiene

mucho marketing. Nosotros no fuimos diseñados

para ser felices, fuimos diseñados para

amar y ser amados y es ahí donde está la

felicidad. La sugerencia es no monopolizar la

felicidad, porque si yo pongo toda la felicidad

en la pareja, o en el trabajo, o en los hijos, o

en el viaje, voy a ser infeliz, ¿por qué? Porque

voy a depender de un solo suministro de

emociones positivas. Entonces tengo que diversificar

y ser feliz me lo dará la capacitación

personal, la familia, los hijos, el trabajo

los viajes, etc.

Otra idea importante es darse permiso

en las fiestas para recordar a los que no están.

Las fiestas tienen mucho marketing, entonces

las personas se sienten hiperexigidas

a tener que celebrar algo que no quieren, es

la fantasía de la hiperfelicidad que tienen los

jóvenes, que entran en un estado de manía y

creen que ir a 200 kilómetros por hora y emborracharse

es ser feliz. Los papás tenemos

que mostrar. Decirle no al alcohol, y demostrar

que podemos divertirnos sin necesidad

de emborracharnos.

Respecto de los que no están, abrir un

espacio en las fiestas, para recordar, hacer

un brindis, y permitirnos. Justamente, la variabilidad

de las emociones es lo que le da

mayor intensidad. Si yo estoy siempre triste

o siempre feliz; siempre eufórico o siempre

con miedo, entonces voy a sufrir. Las emociones

comienzan y terminan, y conectar

con lo que sentimos, reconocer lo que sentimos

y poder ponerlo en palabras, es lo que

nos da más plenitud.

Siempre debemos pararnos en las fortalezas.

Cuando un chico se saca 8 en biología

y un 5 en matemáticas, siempre marcarle

primero el 8. Cambiamos por la positiva. Qué

cosas hice bien; en qué soy bueno; qué fortalezas

tengo, es la manera para seguir administrando

las que no son fortalezas.

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