"Los domingos son los peores días, porque a ella la mataron un domingo"

No hay nada en este mundo que pueda consolar a doña María Olga Alonso. La mujer vive un profundo duelo desde hace cuatro años. Dice que la vida para toda la familia Arias es un infierno y tiene tanta bronca contra Pablo Amín, el asesino de su hija María Marta Arias, que pide la pena de muerte para él.

Desde aquella madrugada del 28 de octubre de 2007, doña María Olga confiesa que no puede dormir sin antes tomar pastillas que le ayuden a conciliar el sueño. "Han pasado cuatro años, pero es como si fuese ayer. Los domingos son los peores días -asegura-, porque a ella la asesinaron un domingo a las 2 de la mañana".

La mujer tiene el mismo color de ojos que tenía su hija. Sufre, como el resto de la familia, cada vez que se acerca esta fecha de malos recuerdos. "Ella (en referencia a su hija María Marta) debe haber visto algo malo de él, por eso le sacó los ojos. No encuentro otra explicación para una muerte así, porque ni a un animal se le hace eso", dice entre sollozos, al atender por teléfono a LA GACETA, desde su casa en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero.

Doña María Olga reniega de los beneficios que tiene Amín dentro del penal de Villa Urquiza. "Quien pierde a sus padres es huérfano, el que pierde a una esposa es viudo, pero no hay palabra para el que pierde a su hijo y más en esa forma -resalta-, porque la muerte debe llegar a todos, pero no así como lo hizo esta bestia".

La pena de muerte

Al enterarse de que Amín toma clases de música en la cárcel, la mujer no lo puede creer y reacciona de inmediato. "Hasta que no llegue la pena de muerte no se van a calmar estos asesinos -afirma-. Es un asesino confeso, ¿a usted le parece que tengan que darle clases de música?", se pregunta. "Por eso le pido a Dios que algún día salga la pena de muerte", insiste.

Hoy, a las 20.30, en la iglesia Santiago Apóstol de La Banda se oficiará una misa para recordar a María Marta. Doña María Olga dice que irá con sus hijos y nietos. "él (por Amín) no se llevó una vida, se llevó el corazón de toda una familia. Nos mató a todos", admite acongojada.

"Mi hijo me contaba que cuando ella iba a visitarlo con él (por Amín) era empalagoso diciéndole, todo el tiempo, amor, mi vida... pero no hay que guiarse por eso, porque son los peores. Bueno yo no tenía manera de averiguar cómo era él", se lamenta con todo el dolor de madre.

Fuente | lagaceta.com.ar